15 de Junio

 

<

 

>

1 Reyes 14 a 15:24
Hechos 10:1-23
Salmo 133
Proverbios 15

 

1 Reyes 14

Profecía de Ahías contra Jeroboam
1En ese tiempo, Abías, hijo de Jeroboam, se enfermó gravemente. 2Por eso Jeroboam le dijo a su esposa: «Disfrázate para que nadie se dé cuenta de que eres mi esposa y ve a ver al profeta Ahías en Silo, el hombre que me dijo que yo sería rey. 3Llévale de regalo diez hogazas de pan, algunos pasteles y un frasco de miel, y pregúntale qué le sucederá al niño».
4Entonces la esposa de Jeroboam fue a la casa de Ahías en Silo. El hombre ya era anciano y no podía ver; 5pero el Señor le había dicho: «La esposa de Jeroboam vendrá aquí haciéndose pasar por otra persona. Ella te preguntará acerca de su hijo, porque está muy enfermo. Dale la respuesta que yo te doy».
6Así que, cuando Ahías oyó los pasos de la mujer en la puerta, le dijo: «¡Entra, esposa de Jeroboam! ¿Por qué te haces pasar por otra persona?». Luego dijo: «Tengo malas noticias para darte. 7Llévale a Jeroboam, tu esposo, este mensaje del Señor, Dios de Israel: “Yo te saqué de entre la gente común y te hice gobernador de mi pueblo Israel. 8Le arranqué el reino a la familia de David y te lo entregué a ti; pero tú no has sido como mi siervo David, quien obedeció mis mandatos y me siguió con todo el corazón y siempre hizo lo que yo quería. 9Tú has hecho cosas más malignas que todos los que vivieron antes de ti. Te has hecho otros dioses y me has enfurecido con tus becerros de oro. Como me has dado la espalda, 10traeré desastre sobre tu dinastía y destruiré a cada uno de tus descendientes varones, tanto esclavos como libres, en todo Israel. Consumiré tu dinastía real como se quema la basura, hasta que toda haya desaparecido. 11A los miembros de la familia de Jeroboam que mueran en la ciudad, se los comerán los perros y a los que mueran en el campo se los comerán los buitres. Yo, el Señor, he hablado”».
12Después Ahías le dijo a la esposa de Jeroboam: «Regresa a tu casa y cuando entres en la ciudad, el niño morirá.13Todo Israel llorará su muerte y lo enterrará. Él será el único miembro de tu familia que tendrá un entierro apropiado, porque este niño es lo único bueno que ve el Señor, Dios de Israel, en toda la familia de Jeroboam.
14»Además, el Señor levantará un rey sobre Israel que destruirá a la familia de Jeroboam. Esto sucederá hoy, ¡ahora mismo!15Luego el Señor sacudirá a Israel como la corriente agita los juncos. Él desarraigará a los israelitas de esta buena tierra que les dio a sus antepasados y los esparcirá más allá del río Éufrates, porque ellos han enfurecido al Señorcon los postes que levantaron para rendir culto a la diosa Asera. 16Él abandonará a Israel, debido a que Jeroboam pecó e hizo que Israel pecara con él».
17Entonces la esposa de Jeroboam regresó a Tirsa, y el niño murió en el momento que ella atravesaba la puerta de su casa. 18Todo Israel lo enterró y lloró su muerte, tal como el Señor había prometido por medio del profeta Ahías.
19Los demás acontecimientos del reinado de Jeroboam, con todas sus guerras y la forma en que él gobernó, están registrados en El libro de la historia de los reyes de Israel. 20Jeroboam reinó veintidós años en Israel. Cuando Jeroboam murió, su hijo Nadab lo sucedió en el trono.
Roboam gobierna en Judá
21Mientras tanto, Roboam, hijo de Salomón, reinaba en Judá. Tenía cuarenta y un años cuando subió al trono y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que el Señor había elegido entre todas las tribus de Israel como el lugar para honrar su nombre. La madre de Roboam era una mujer amonita que se llamaba Naama.
22Durante el reinado de Roboam, los habitantes de Judá hicieron lo malo a los ojos del Señor, y provocaron su enojo con los pecados que cometieron, pues eran aún peores que los pecados de sus antepasados.23También se construyeron santuarios paganos y levantaron columnas sagradas y postes dedicados a la diosa Asera en cada colina alta y debajo de todo árbol frondoso.24Hasta había prostitutos y prostitutas de los santuarios paganos por todo el territorio. La gente imitó las prácticas detestables de las naciones paganas que el Señor había expulsado de la tierra del paso de los israelitas.
25En el quinto año del reinado de Roboam, el rey Sisac de Egipto subió y atacó Jerusalén. 26Saqueó los tesoros del templo del Señor y del palacio real; robó todo, incluso todos los escudos de oro que Salomón había hecho. 27Tiempo después, el rey Roboam los reemplazó con escudos de bronce y los confió al cuidado de los comandantes de la guardia, quienes protegían la entrada del palacio real.28Cada vez que el rey iba al templo del Señor, los guardias llevaban los escudos y luego los devolvían al cuarto de guardia.
29Los demás acontecimientos del reinado de Roboam y todo lo que él hizo están registrados en El libro de la historia de los reyes de Judá. 30Hubo guerra constante entre Roboam y Jeroboam.31Cuando Roboam murió, lo enterraron junto a sus antepasados en la Ciudad de David. Su madre fue una mujer amonita llamada Naama. Luego su hijo Abiam lo sucedió en el trono.

 

1 Reyes 15:1-24

Abiam gobierna en Judá
1Abiam comenzó a gobernar Judá en el año dieciocho del reinado de Jeroboam en Israel.2Reinó en Jerusalén tres años. Su madre se llamaba Maaca, y era hija de Absalón.
3Abiam cometió los mismos pecados que había cometido su padre antes de él, y no fue fiel al Señor su Dios como lo había sido su antepasado David; 4pero por amor a David, el Señor su Dios permitió que sus descendientes siguieran reinando y brillaran como una lámpara, y le dio un hijo a Abiam para que reinara en Jerusalén después de él. 5Pues David había hecho lo que era agradable a los ojos del Señory obedeció los mandatos del Señor durante toda su vida, menos en el asunto de Urías el hitita.
6Hubo guerra entre Abiam y Jeroboamdurante todo el reinado de Abiam. 7Los demás acontecimientos del reinado de Abiam y todo lo que él hizo están registrados en El libro de la historia de los reyes de Judá. Hubo guerra constante entre Abiam y Jeroboam. 8Cuando Abiam murió, lo enterraron en la Ciudad de David. Luego su hijo Asa lo sucedió en el trono.
Asa gobierna en Judá
9Asa comenzó a gobernar Judá en el año veinte del reinado de Jeroboam en Israel.10Reinó en Judá cuarenta y un años. Su abuela era Maaca, hija de Absalón.
11Asa hizo lo que era agradable a los ojos del Señor, igual que su antepasado David. 12Expulsó de la tierra a los prostitutos y prostitutas de los santuarios paganos, y se deshizo de todos los ídolos que habían hecho sus antepasados.13Hasta quitó a su abuela Maaca de su puesto de reina madre, porque ella había hecho un poste obsceno dedicado a la diosa Asera. Derribó el poste obsceno y lo quemó en el valle de Cedrón. 14Aunque no se quitaron los santuarios paganos, el corazón de Asa se mantuvo totalmente fiel al Señor durante toda su vida. 15Llevó al templo del Señor la plata, el oro y los diversos objetos que él y su padre habían dedicado.
16Hubo guerra constante entre Asa, rey de Judá, y Baasa, rey de Israel.17El rey Baasa, de Israel, invadió Judá y fortificó Ramá, para que nadie pudiera entrar ni salir del territorio del rey Asa en Judá.
18En respuesta, Asa tomó toda la plata y todo el oro que quedaban en los tesoros del templo del Señor y del palacio real, y encargó a unos de sus funcionarios que le enviaran todo a Ben-adad, hijo de Tabrimón, hijo de Hezión, rey de Aram, que gobernaba en Damasco, junto con el siguiente mensaje:
19«Hagamos un tratado, tú y yo, como hicieron tu padre y mi padre. Mira, te envío de regalo plata y oro. Rompe el tratado con el rey Baasa de Israel, para que me deje en paz».
20Ben-adad aceptó la propuesta del rey Asa y envió a los comandantes de su ejército a atacar las ciudades de Israel. Ellos conquistaron las ciudades de Ijón, Dan, Abel-bet-maaca, toda Cineret y toda la tierra de Neftalí. 21Apenas Baasa de Israel se enteró de lo que ocurría, abandonó el proyecto de fortificar Ramá y se retiró a Tirsa. 22Entonces el rey Asa mandó una orden por todo Judá mediante la cual exigía que toda persona, sin excepción, ayudara a transportar las piedras de construcción y la madera que Baasa estaba usando para fortificar Ramá. Asa empleó esos mismos materiales para fortificar la ciudad de Geba en Benjamín y la ciudad de Mizpa.
23Los demás acontecimientos del reinado de Asa —el alcance de su poder, todo lo que hizo y los nombres de las ciudades que construyó— están registrados en El libro de la historia de los reyes de Judá. En su vejez se enfermó de los pies. 24Cuando Asa murió, lo enterraron con sus antepasados en la Ciudad de David.
Luego Josafat, hijo de Asa, lo sucedió en el trono.

 

.IR ARRIBA

Hechos 10:1-23

Cornelio manda a buscar a Pedro
1En Cesarea vivía un oficial del ejército romano llamado Cornelio, quien era un capitán del regimiento italiano. 2Era un hombre devoto, temeroso de Dios, igual que todos los de su casa. Daba generosamente a los pobres y oraba a Dios con frecuencia. 3Una tarde, como a las tres, tuvo una visión en la cual vio que un ángel de Dios se le acercaba.
—¡Cornelio! —dijo el ángel.
4Cornelio lo miró fijamente, aterrorizado.
—¿Qué quieres, señor? —le preguntó al ángel.
Y el ángel contestó:
—¡Dios ha recibido tus oraciones y tus donativos a los pobres como una ofrenda! 5Ahora pues, envía a algunos hombres a Jope y manda llamar a un hombre llamado Simón Pedro. 6Él está hospedado con Simón, un curtidor que vive cerca de la orilla del mar.
7En cuanto el ángel se fue, Cornelio llamó a dos de los sirvientes de su casa y a un soldado devoto, que era uno de sus asistentes personales. 8Les contó lo que había ocurrido y los envió a Jope.
Pedro visita a Cornelio
9Al día siguiente, mientras los mensajeros de Cornelio se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar. Era alrededor del mediodía,10y tuvo hambre; pero mientras preparaban la comida, cayó en un estado de éxtasis. 11Vio los cielos abiertos y algo parecido a una sábana grande que bajaba por sus cuatro puntas. 12En la sábana había toda clase de animales, reptiles y aves. 13Luego una voz le dijo:
—Levántate, Pedro; mátalos y come de ellos.
14—No, Señor —dijo Pedro—. Jamás he comido algo que nuestras leyes judías declaren impuro e inmundo.
15Pero la voz habló de nuevo:
—No llames a algo impuro si Dios lo ha hecho limpio.
16La misma visión se repitió tres veces, y repentinamente la sábana fue subida al cielo.
17Pedro quedó muy desconcertado. ¿Qué podría significar la visión? Justo en ese momento, los hombres enviados por Cornelio encontraron la casa de Simón. De pie, frente a la puerta, 18preguntaron si se hospedaba allí un hombre llamado Simón Pedro.
19Entre tanto, mientras Pedro trataba de descifrar la visión, el Espíritu Santo le dijo: «Tres hombres han venido a buscarte. 20Levántate, baja y vete con ellos sin titubear. No te preocupes, porque yo los he enviado».
21Entonces Pedro bajó y dijo:
—Yo soy el hombre que ustedes buscan. ¿Por qué han venido?
22Ellos dijeron:
—Nos envió Cornelio, un oficial romano. Es un hombre devoto y temeroso de Dios, muy respetado por todos los judíos. Un ángel santo le dio instrucciones para que vayas a su casa a fin de que él pueda escuchar tu mensaje.
23Entonces Pedro invitó a los hombres a quedarse para pasar la noche. Al siguiente día, fue con ellos, acompañado por algunos hermanos de Jope.
 

 

IR ARRIBA

Salmo 133

Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén.

Salmo de David.

1¡Qué maravilloso y agradable es
cuando los hermanos conviven en armonía!
2Pues la armonía es tan preciosa como el aceite de la unción
que se derramó sobre la cabeza de Aarón,
que corrió por su barba
hasta llegar al borde de su túnica.
3La armonía es tan refrescante como el rocío del monte Hermón
que cae sobre las montañas de Sión.
Y allí el Señor ha pronunciado su bendición,
incluso la vida eterna.

IR ARRIBA

 

 

 

 

>

 

 

Iglesia Cristiana Centro de Restauración · ICCR · Florencio Varela · Argentina · +54 (011) 4287 4106 · contacto@iglesiarestauracion.com.ar