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Servir al Señor es un "¡no hay problema!" Dios no permitiría que sus
siervos que vienen ante él y le sirven a él, estén sudorosos,
inquietos e impacientes en mente o cuerpo. A menudo pensamos que el
servicio a Dios debe afectar nuestros cuerpos, meterse en nuestras
relaciones, quebrar nuestras finanzas, y costarnos nuestro sueño. En
cambio, Jesús dijo: "Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que
les doy es liviana" (Mateo 11:30).
Pedro dijo que debemos estar alegres, a pesar de que es posible que
tengamos que pasar por algunas pruebas (1 Pedro 1:6). ¿Te imaginás
gozarte cuando tenés ganas de llorar? Pedro continúa diciéndonos que
podemos estar "...con una alegría gloriosa e indescriptible" (v. 8),
incluso en medio de una prueba.
El salmista expone la tercera nota en el acorde celestial de la
lectura de hoy: "Corro por el camino de tus mandamientos, porque has
ampliado mi modo de pensar" (Salmo 119:32 NVI). ¿Correr? "Sólo los
niños corren", podrías decir. ¡No tan así! Gozate en Dios y corré a
Él con tus preocupaciones y afanes.
La vida cristiana, a pesar de que puede ser difícil, debe ser: "¡no
hay problema!"
325 días pasaron. ¡Quedan solo 40!
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