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Las personas van y vienen y son recordadas por sus diversas
contribuciones a la sociedad. Sin embargo, a la "gran multitud de
testigos" que se menciona en Hebreos 12:1 se le recuerda por su
poderosa fe.
Piense en el rico patrimonio registrado en las Escrituras de
creyentes llenos de fe. Eran grandes hombres y mujeres de carácter,
resistencia, visión, y logro que "...conquistaron reinos, gobernaron
con justicia... cerraron bocas de leones, apagaron llamas de fuego y
escaparon de morir a filo de espada..." (Hebreos 11:33-34).
Algunos fueron levantados de entre los muertos, y otros fueron
torturados, porque rechazaron negar a Dios a cambio de la libertad,
poniendo su esperanza en la resurrección posterior (v. 35). No
tuvieron temor de la sierra, espada, o vergüenza. Estaban dispuestos
a vivir en cuevas, montañas y desiertos y a vestirse de piel de
oveja o de cabra. Sus poderosos testimonios nos inspiran.
Por supuesto, el mayor héroe de la fe es Jesús, el autor y
consumador de nuestra fe. Su única y solitaria vida ejemplifica una
vida de mayor valor en la adversidad. "Debido al gozo que le
esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que
esta representaba." (Hebreos 12:2).
Seguí a Jesús. Viví para Él, y morí por y él y también serás
recordado por siempre.
317 días pasaron. Quedan solo 48.
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