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El texto de Ezequiel de hoy contiene una promesa y una advertencia.
La parte alentadora de la Escritura es que Dios está buscando solo
una persona que sea justa y ore fervientemente por su nación. A
veces esperamos a multitudes y multitudes a unirse a nosotros en la
oración, pero Dios está buscando al menos uno que interceda por su
país.
¡Que una persona deba verse a sí misma como mediación en una gran
brecha entre un Dios santo y una nación pecadora con destino a
juicio! ¡Qué importante posición!
Porque Moisés voluntariamente se puso en una brecha, se salvó la
nación de Israel. La triste realidad de la situación en Ezequiel fue
que a pesar de que Dios necesitaba sólo una persona, Él no pudo
hallarla. Hoy puede ser que vos y yo seamos ese intercesor,
conociendo nuestros derechos en el nuevo pacto de la gracia.
Recordá siempre: Vos podés ser la persona en quien Dios se enfoque,
el que frene su ira. Seguí orando, porque Dios, sin duda, ¡está
mirando!
313 días pasaron. Quedan solo 52.
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