Lo que buscamos define nuestra vida. David dijo que no sería puesta delante de sus ojos ninguna cosa vil. En este mundo en que vivimos, nuestras mentes son bombardeadas a diario con imágenes viles y vulgares. De la televisión, revistas, películas, e incluso la vida cotidiana de los demás vienen constantes retratos de los perversos, orgullosos, engañosos, profanos, y calumniadores.

¿Qué podemos hacer al respecto?

Podemos hacer como hizo David y ser totalmente intolerantes con la inmundicia. Cada vez que algo del enemigo se presentó ante los ojos de David, inmediatamente lo echó de su mente. No podemos darnos el lujo de meditar pasivamente en cosas sucias y sin valor que nuestras mentes conciben. Más bien, debemos seguir las instrucciones de Pablo de "llevar cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo." (2 Corintios 10:5 NVI) y la amonestación de David a "alejarse de toda clase de mal" (Salmo 101:4).

Analice el entorno. Realice la limpieza de su casa espiritual, si es necesario, y no permita que el mal permanezcan en su presencia (Salmo 101:7).

¡Su mente se limpiará, la tentación se irá, y morará en seguridad!

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