El problema del rey Josafat fue que aceptó a un falso Dios y eso le
trajo obligaciones con él. En un esfuerzo por promover la paz y la
unidad, estuvo dispuesto a aliarse con Acab, un hombre vil y
perverso delante de Dios (1 Reyes 22:4).
La gente a menudo acepta condicionamientos por un deseo de ser
aceptado socialmente. Pasan por alto los abusos flagrantes de la
Palabra de Dios a fin de mantener relaciones sociales. Micaías, sin
embargo, se negó a comprometer o hacer incluso una pequeña concesión
al sistema religioso falso de Acab. Él estaba dispuesto a soportar
el ataque físico y la prisión sólo para mantener el testimonio de la
verdad contra Acab (1 Reyes 22:17, 22-24). Aunque confinado en la
cárcel, Micaías estaba más seguro que Josafat, que casi perdió la
vida en la breve batalla que siguió.
Mirá el resultado final de las concesiones, y comprendé que no debés
ninguna lealtad a los ídolos de este mundo. Ellos y sus adoradores
algún día perecerán con la misma suerte que Acab!
170 días pasaron... quedan 195.
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