Cuando los hombres adultos corren, algo urgente ha provocado que
abandonen su dignidad habitual. El celo de Ahimaas por ejecutar fue
inspirado por su gozo al ser el que reportaría una victoria a su rey
(2 Samuel 18:28). En el Nuevo Testamento, Pedro y Juan corrieron al
escuchar de la resurrección (Juan 20:4). Cuando tenemos un mensaje
importante para ofrecer, también nosotros correremos.
Cuando noticias tan maravillosas impactan el alma, el ritmo habitual
de la vida se interrumpe, y un paseo se convierte en una carrera.
Los que no conocen al Señor pueden no entender tu celo en hacer
correr la buena noticia del Evangelio, pero no dudes en correr por
los que están entusiasmados. ¡Tenés que pedirle a Dios que excite tu
corazón con Su Palabra para que hablar de Él no sea sólo un paseo.
Si perdiste tu celo, volvé hoy a la tumba vacía y mirá en ella.
Luego, ¡conmové a las naciones con tu informe!. Recordá lo que dijo
Jesús cuando se apareció a sus discípulos después de la
resurrección: "Como el Padre me envió, también yo los envío" (Juan
20:21).
151 días pasaron...
5 Meses quedaron atrás! Es tiempo de volver a Él ! 214 días te
esperan.
|