Parece que Dios estaba decidido a dejar a Jesús sin nada al terminar
su obra en la cruz. Las ropas de Jesús fueron sus últimas posesiones
físicas sobre la tierra y, como era costumbre, los soldados se las
repartieron entre ellos mismos.
Pablo dijo, "Ustedes conocen la gracia generosa de nuestro Señor
Jesucristo. Aunque era rico, por amor a ustedes se hizo pobre para
que mediante su pobreza pudiera hacerlos ricos" (2 Corintios 8: 9).
Jesús mismo se vació por completo de todas las riquezas y gloria
terrenales con el fin de pagar el precio completo por nuestra
redención. ¡Cuán opuesta a Su actitud es la de un mundo que lucha
por acumular riqueza y fortuna!
Vivamos para dar. En el poco tiempo que estamos en la tierra,
utilicemos nuestras posesiones mundanas como herramientas para
alcanzar a los perdidos. En el momento de la muerte, vamos a
descartar todos los bienes de la tierra, como un animal descarta una
piel vieja. Echemos una nueva mirada a nuestras posesiones y
preguntémonos cómo pueden servir para promover el Evangelio, ¡antes
de que Dios nos llame a Su gloria!
150 días pasaron!!! Estás terminando el 5to mes! Apurate que sólo
quedan 215...!
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