|
En rápida sucesión, los dioses de Egipto fueron desafiados y
derrotados. Empezando por el Nilo (deidad principal de los
egipcios), siguiendo luego con el sol y el ganado, todos los falsos
dioses de Egipto fueron simbólicamente destruidos. El punto de estas
diez plagas fue revelar que "la tierra pertenece al Señor" (Éxodo
9:29). Dios no va a compartir su gloria ni con imperios ni
individuos. El endurecimiento del corazón de Faraón le provocó
proporcionar un entorno por el cual Dios podría ganar un nombre para
sí mismo.
David también llegó a la conclusión de que "la tierra es del Señor,
y todo lo que hay en ella" (Salmo 24:1). Continuó el pensamiento,
diciendo: "¿Quién es el Rey de la gloria? El Señor, fuerte y
poderoso, el Señor, invencible en la batalla" (v. 8).
La tierra es un campo de batalla donde Dios muestra Su victoria
sobre Satanás. Satanás puede ser "el dios de este siglo" (2
Corintios 4:4), pero la tierra es de Dios.
Así que reclamá las naciones como tu herencia, y desafiá a todo dios
que reclama lo que Dios ha creado!
Pasaron
28 días. Todavía tenés 337 oportunidades para ver la victoria del
Señor. |