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9 de Julio
 

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Hechos 27:1-20
Proverbios 9

 

1 Crónicas 7

Descendientes de Isacar
1Los cuatro hijos de Isacar fueron: Tola, Fúa, Jasub y Simrón.
2Los hijos de Tola fueron: Uzi, Refaías, Jeriel, Jahmai, Jibsam y Semuel. Cada uno de ellos era el jefe de un clan patriarcal. En el tiempo del rey David el número total de guerreros poderosos anotados en el registro de estos clanes era veintidós mil seiscientos.
3Israhías fue hijo de Uzi. Los hijos de Israhías fueron: Micael, Obadías, Joel e Isías. Estos cinco llegaron a ser jefes de clanes. 4Todos ellos tuvieron muchas esposas y muchos hijos, de manera que el total de hombres disponibles para el servicio militar entre sus descendientes era treinta y seis mil.
5El número total de guerreros poderosos entre todos los clanes de la tribu de Isacar era ochenta y siete mil. Todos ellos aparecen en sus registros genealógicos.
Descendientes de Benjamín
6Tres de los hijos de Benjamín fueron: Bela, Bequer y Jediael.
7Los cinco hijos de Bela fueron: Ezbón, Uzi, Uziel, Jerimot e Iri. Cada uno de ellos fue jefe de un clan patriarcal. El número total de guerreros poderosos de estos clanes era veintidós mil treinta y cuatro, tal como aparecen en sus registros genealógicos.
8Los hijos de Bequer fueron: Zemira, Joás, Eliezer, Elioenai, Omri, Jerimot, Abías, Anatot y Alamet.9Cada uno de ellos era jefe de un clan patriarcal. El número total de guerreros poderosos y jefes de estos clanes era veinte mil doscientos, tal como aparecen en sus registros genealógicos.
10Bilhán fue hijo de Jediael. Los hijos de Bilhán fueron: Jeús, Benjamín, Aod, Quenaana, Zetán, Tarsis y Ahisahar. 11Cada uno de ellos fue jefe de un clan patriarcal. De estos clanes el número total de guerreros poderosos listos para la guerra era diecisiete mil doscientos.
12Los hijos de Hir fueron: Supim y Hupim. Husim fue hijo de Aher.
Descendientes de Neftalí
13Los hijos de Neftalí fueron: Jahzeel, Guni, Jezer y Silem. Todos eran descendientes de Bilhá, la concubina de Jacob.
Descendientes de Manasés
14Entre los descendientes de Manasés, nacidos de su concubina aramea, se encontraba Asriel. Ella también dio a luz a Maquir, el padre de Galaad. 15Maquir encontró esposas paraHupim y Supim. Maquir tenía una hermana llamada Maaca. Uno de los descendientes de Maquir fue Zelofehad, quien solamente tuvo hijas.
16La esposa de Maquir, Maaca, dio a luz un hijo al que llamó Peres. El nombre de su hermano era Seres. Los hijos de Peres fueron: Ulam y Requem. 17El hijo de Ulam fue Bedán. Todos estos fueron considerados galaaditas, descendientes de Maquir, hijo de Manasés.
18Hamolequet, hermana de Maquir, dio a luz a Isod, Abiezer y Mahala.
19Los hijos de Semida fueron: Ahián, Siquem, Likhi y Aniam.
Descendientes de Efraín
20Los descendientes de Efraín fueron: Sutela, Bered, Tahat, Elada, Tahat, 21Zabad, Sutela, Ezer y Elad. A Ezer y a Elad los mataron cuando intentaban robar ganado que pertenecía a los granjeros locales, cerca de Gat. 22Su padre, Efraín, hizo duelo por ellos durante mucho tiempo, y sus parientes fueron a consolarlo.23Después Efraín se acostó con su esposa, y ella quedó embarazada y dio a luz un hijo. Efraín lo llamó Bería, debido a la desgracia que había sufrido su familia. 24Tuvo una hija llamada Seera. Ella construyó las ciudades de Bet-horón de abajo, Bet-horón de arriba y Uzen-seera.
25Entre los descendientes de Efraín estaban Refa, Resef, Telah, Tahán, 26Laadán, Amiud, Elisama, 27Nun y Josué.
28Los descendientes de Efraín vivieron en el territorio que incluía a Betel y a las ciudades vecinas hacia el sur, Naarán al oriente, Gezer y sus aldeas al occidente, y Siquem y las aldeas vecinas hacia el norte hasta llegar a Aya y sus ciudades. 29A lo largo de la frontera de Manasés se encontraban las ciudades de Bet-sán, Taanac, Meguido y Dor, junto con sus aldeas vecinas. Los descendientes de José, hijo de Israel, vivieron en estas ciudades.
Descendientes de Aser
30Los hijos de Aser fueron: Imna, Isúa, Isúi y Bería. Tuvieron una hermana llamada Sera.
31Los hijos de Bería fueron: Heber y Malquiel (el padre de Birzavit).
32Los hijos de Heber fueron: Jaflet, Semer y Hotam. Tuvieron una hermana llamada Súa.
33Los hijos de Jaflet fueron: Pasac, Bimhal y Asvat.
34Los hijos de Semer fueron: Ahí, Rohga, Jehúba y Aram.
35Los hijos de su hermano Helemfueron: Zofa, Imna, Seles y Amal.
36Los hijos de Zofa fueron: Súa, Harnefer, Súal, Beri, Imra,37Beser, Hod, Sama, Silsa, Itrán y Beera.
38Los hijos de Jeter fueron: Jefone, Pispa y Ara.
39Los hijos de Ula fueron: Ara, Haniel y Rezia.
40Cada uno de estos descendientes de Aser fue cabeza de un clan patriarcal. Eran todos hombres selectos, guerreros poderosos y líderes destacados. El número total de hombres disponibles para el servicio militar era veintiséis mil, tal como aparecen en sus registros genealógicos.

 

1 Crónicas 8

Descendientes de Benjamín
1El primer hijo de Benjamín fue Bela; el segundo, Asbel; el tercero, Ahara; 2el cuarto, Noha y el quinto, Rafa.
3Los hijos de Bela fueron: Adar, Gera, Abiud, 4Abisúa, Naamán, Ahoa, 5Gera, Sefufán y Huram.
6Los hijos de Aod, jefes de los clanes que vivían en Geba, fueron desterrados a Manahat. 7Los hijos de Aod fueron: Naamán, Ahías y Gera. Gera, quien los llevó al destierro, fue el padre de Uza y Ahiud.
8Después que Saharaim se divorció de sus esposas Husim y Baara, tuvo hijos en la tierra de Moab. 9Su esposa Hodes dio a luz a Jobab, Sibia, Mesa, Malcam, 10Jeúz, Saquías y Mirma. Todos estos hijos llegaron a ser jefes de clanes.
11Husim, la esposa de Saharaim, ya había dado a luz a Abitob y a Elpaal. 12Los hijos de Elpaal fueron: Heber, Misam, Semed (quien construyó las ciudades de Ono y Lod y sus aldeas cercanas), 13Bería y Sema. Ellos fueron los jefes de los clanes que vivían en Ajalón, y expulsaron a los habitantes de Gat.
14Ahío, Sasac, Jeremot, 15Zebadías, Arad, Ader, 16Micael, Ispa y Joha fueron los hijos de Bería.
17Zebadías, Mesulam, Hizqui, Heber, 18Ishmerai, Jezlías y Jobab fueron los hijos de Elpaal.
19Jaquim, Zicri, Zabdi,20Elienai, Ziletai, Eliel, 21Adaías, Beraías y Simrat fueron los hijos de Simei.
22Ispán, Heber, Eliel, 23Abdón, Zicri, Hanán,24Hananías, Elam, Anatotías, 25Ifdaías y Peniel fueron los hijos de Sasac.
26Samserai, Seharías, Atalías, 27Jaresías, Elías y Zicri fueron los hijos de Jeroham.
28Estos fueron los jefes de los clanes patriarcales, según aparecían en sus registros genealógicos; y todos ellos vivieron en Jerusalén.
La familia de Saúl
29Jeiel (el padre de Gabaón) vivió en la ciudad de Gabaón. El nombre de su esposa fue Maaca, 30y su hijo mayor fue Abdón. Los otros hijos de Jeiel fueron: Zur, Cis, Baal, Ner, Nadab,31Gedor, Ahío, Zacarías 32y Miclot, quien fue el padre de Simeam. Todas estas familias vivieron unas cerca de otras en Jerusalén.
33Ner fue el padre de Cis.
Cis fue el padre de Saúl.
Saúl fue el padre de Jonatán, Malquisúa, Abinadab y Es-baal.
34Jonatán fue el padre de Merib-baal.
Merib-baal fue el padre de Micaía.
35Micaía fue el padre de Pitón, Melec, Tarea y Acaz.
36Acaz fue el padre de Jada.
Jada fue el padre de Alemet, Azmavet y Zimri.
Zimri fue el padre de Mosa.
37Mosa fue el padre de Bina.
Bina fue el padre de Refaías.
Refaías fue el padre de Elasa.
Elasa fue el padre de Azel.
38Azel tuvo seis hijos: Azricam, Bocru, Ismael, Searías, Obadías y Hanán. Estos fueron los hijos de Azel.
39El hermano de Azel, Esec, tuvo tres hijos: el primero fue Ulam; el segundo, Jehús y el tercero, Elifelet. 40Todos los hijos de Ulam fueron guerreros poderosos y expertos arqueros. Tuvieron muchos hijos y nietos: ciento cincuenta en total.
Todos ellos fueron descendientes de Benjamín.

 

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Hechos 27:1-20

Pablo navega hacia Roma
1Cuando llegó el tiempo, zarpamos hacia Italia. A Pablo y a varios prisioneros más los pusieron bajo la custodia de un oficial romano llamado Julio, un capitán del regimiento imperial.2También nos acompañó Aristarco, un macedonio de Tesalónica. Salimos en un barco matriculado en el puerto de Adramitio, situado en la costa noroccidental de la provincia de Asia. El barco tenía previsto hacer varias paradas en distintos puertos a lo largo de la costa de la provincia.
3Al día siguiente, cuando atracamos en Sidón, Julio fue muy amable con Pablo y le permitió desembarcar para visitar a sus amigos, a fin de que ellos pudieran proveer sus necesidades. 4Desde allí nos hicimos a la mar y nos topamos con fuertes vientos de frente que hacían difícil mantener el barco en curso, así que navegamos hacia el norte de Chipre, entre la isla y el continente. 5Navegando en mar abierto, pasamos por la costa de Cilicia y Panfilia, y desembarcamos en Mira, en la provincia de Licia. 6Allí, el oficial al mando encontró un barco egipcio, de Alejandría, con destino a Italia, y nos hizo subir a bordo.
7Tuvimos que navegar despacio por varios días y, después de serias dificultades, por fin nos acercamos a Gnido; pero teníamos viento en contra, así que cruzamos a la isla de Creta, navegando al resguardo de la costa de la isla con menos viento, frente al cabo de Salmón. 8Seguimos por la costa con mucha dificultad y finalmente llegamos a Buenos Puertos, cerca de la ciudad de Lasea.9Habíamos perdido bastante tiempo. El clima se ponía cada vez más peligroso para viajar por mar, porque el otoño estaba muy avanzado, y Pablo comentó eso con los oficiales del barco.
10Les dijo: «Señores, creo que tendremos problemas más adelante si seguimos avanzando: naufragio, pérdida de la carga y también riesgo para nuestras vidas»;11pero el oficial a cargo de los prisioneros les hizo más caso al capitán y al dueño del barco que a Pablo. 12Ya que Buenos Puertos era un puerto desprotegido —un mal lugar para pasar el invierno—, la mayoría de la tripulación quería seguir hasta Fenice, que se encuentra más adelante en la costa de Creta, y pasar el invierno allí. Fenice era un buen puerto, con orientación solo al suroccidente y al noroccidente.
Tormenta en el mar
13Cuando un viento suave comenzó a soplar desde el sur, los marineros pensaron que podrían llegar a salvo. Entonces levaron anclas y navegaron cerca de la costa de Creta;14pero el clima cambió abruptamente, y un viento huracanado (llamado «Nororiente») sopló sobre la isla y nos empujó a mar abierto. 15Los marineros no pudieron girar el barco para hacerle frente al viento, así que se dieron por vencidos y se dejaron llevar por la tormenta.
16Navegamos al resguardo del lado con menos viento de una pequeña isla llamada Cauda, donde con gran dificultad subimos a bordo el bote salvavidas que era remolcado por el barco. 17Después los marineros ataron cuerdas alrededor del casco del barco para reforzarlo. Tenían miedo de que el barco fuera llevado a los bancos de arena de Sirte, frente a la costa africana, así que bajaron el ancla flotante para disminuir la velocidad del barco y se dejaron llevar por el viento.
18El próximo día, como la fuerza del vendaval seguía azotando el barco, la tripulación comenzó a echar la carga por la borda. 19Luego, al día siguiente, hasta arrojaron al agua parte del equipo del barco. 

 

 

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Salmo 7

Salmo de David, quien lo cantó al Señor acerca de Cus, de la tribu de Benjamín.

A ti acudo en busca de protección, oh Señor mi Dios.
    ¡Sálvame de los que me persiguen! ¡Rescátame!
Si no lo haces, me atacarán como leones,
    me despedazarán y no habrá quien que me rescate.
Oh Señor, Dios mío, si he hecho mal
    o soy culpable de injusticia,
si he traicionado a un amigo
    o he saqueado a mi adversario sin razón,
entonces que mis enemigos me capturen.
    Deja que me pisoteen
    y arrastren mi honor por el suelo. Interludio

¡Levántate, oh Señor, con enojo!
    ¡Hazle frente a la furia de mis enemigos!
    ¡Despierta, Dios mío, y trae justicia!
Reúne a las naciones delante de ti;
    gobiérnalas desde lo alto.
    El Señor juzga a las naciones.
Declárame justo, oh Señor,
    ¡porque soy inocente, oh Altísimo!
Acaba con la maldad de los perversos,
    y defiende al justo.
Pues tú miras lo profundo de la mente y del corazón,
    oh Dios justo.

10 Dios es mi escudo,
    quien salva a los de corazón recto y sincero.
11 Dios es un juez honrado;
    todos los días se enoja con los malvados.

12 Si una persona no se arrepiente,
    Dios[b] afilará su espada,
    tensará su arco y le pondrá la cuerda.
13 Preparará sus armas mortales
    y disparará sus flechas encendidas.

14 Los malvados conciben el mal;
    están preñados de dificultades
    y dan a luz mentiras.
15 Cavan una fosa profunda para atrapar a otros,
    luego caen en su propia trampa.
16 Los problemas que provocan a otros se vuelven en su contra;
    la violencia que maquinan les cae sobre su propia cabeza.

17 Daré gracias al Señor porque él es justo;
    cantaré alabanzas al nombre del Señor Altísimo.

 

 

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