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7 de Julio
 

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Hechos 25
Salmos 5
Proverbios 7

 

1 Crónicas 4:5-43

5Asur (el padre de Tecoa) tuvo dos esposas, llamadas Hela y Naara. 6Naara dio a luz a Ahuzam, Hefer, Temeni y Ahastari. 7Hela dio a luz a Zeret, Izhar, Etnán 8y Cos, quien fue antepasado de Anub, de Zobeba, y de todas las familias de Aharhel, hijo de Harum.
9Había un hombre llamado Jabes, quien fue más honorable que cualquiera de sus hermanos. Su madre le puso por nombre Jabes porque su nacimiento le causó mucho dolor. 10Él fue quien oró al Dios de Israel diciendo: «¡Ay, si tú me bendijeras y extendieras mi territorio! ¡Te ruego que estés conmigo en todo lo que haga, y líbrame de toda dificultad que me cause dolor!»; y Dios le concedió lo que pidió.
11Quelub (hermano de Súa) fue el padre de Mehir, y Mehir fue el padre de Estón.12Estón fue el padre de Bet-rafa, Paseah y Tehina. Tehina fue el padre de Ir-nahas. Estos fueron los descendientes de Reca.
13Los hijos de Cenaz fueron: Otoniel y Seraías. Los hijos de Otoniel fueron: Hatat y Meonotai.14Meonotai fue el padre de Ofra. Seraías fue el padre de Joab, el fundador del valle de los Artesanos, así llamado porque eran artesanos.
15Los hijos de Caleb, hijo de Jefone, fueron: Iru, Ela y Naam. El hijo de Ela fue Cenaz.
16Los hijos de Jehalelel fueron: Zif, Zifa, Tirías y Asareel.
17Los hijos de Esdras fueron: Jeter, Mered, Efer y Jalón. Una de las esposas de Mered fue madre de Miriam, Samai e Isba (el padre de Estemoa). 18Se casó con una mujer de Judá, quien fue madre de Jered (el padre de Gedor), Heber (el padre de Soco) y Jecutiel (el padre de Zanoa). Mered también se casó con Bitia, una hija del faraón, quien le dio hijos.
19La esposa de Hodías era hermana de Naham. Uno de sus hijos fue el padre de Keila, el garmita, y otro fue el padre de Estemoa, el maacateo.
20Los hijos de Simón fueron: Amnón, Rina, Ben-hanán y Tilón. 
Los descendientes de Isi fueron Zohet y Benzohet.
Descendientes de Sela, hijo de Judá
21Sela fue uno de los hijos de Judá. Los descendientes de Sela fueron: Er (el padre de Leca); Laada (el padre de Maresa); las familias de trabajadores del lino en Bet-asbea;22Joacim; los hombres de Cozeba; y Joás y Saraf, quienes gobernaban Moab y Jasubi-lehem. Todos estos nombres provienen de registros antiguos. 23Eran los alfareros que vivieron en Netaím y Gedera y trabajaban para el rey.
Descendientes de Simeón
24Los hijos de Simeón fueron: Jemuel, Jamín, Jarib, Zohar y Saúl.
25Los descendientes de Saúl fueron: Salum, Mibsam y Misma.
26Los descendientes de Misma fueron: Hamuel, Zacur y Simei.
27Simei tuvo dieciséis hijos y seis hijas, pero ninguno de sus hermanos tuvo familias numerosas. De modo que la tribu de Simeón nunca creció tanto como la tribu de Judá.
28Vivieron en Beerseba, Molada, Hazar-sual, 29Bilha, Esem, Tolad, 30Betuel, Horma, Siclag, 31Bet-marcabot, Hazar-susim, Bet-birai y Saaraim. Estas ciudades estuvieron bajo su control hasta la época del rey David.32Sus descendientes también vivieron en Etam, Aín, Rimón, Toquén y Asán, cinco ciudades 33y las aldeas vecinas hasta llegar a Baalat. Este era el territorio que les correspondía, y estos nombres aparecen en sus registros genealógicos.
34Entre los descendientes de Simeón estaban Mesobab, Jamlec, Josías hijo de Amasías, 35Joel, Jehú hijo de Josibías, hijo de Seraías, hijo de Asiel, 36Elioenai, Jaacoba, Jesohaía, Asaías, Adiel, Jesimiel, Benaía 37y Ziza hijo de Sifi, hijo de Alón, hijo de Jedaías, hijo de Simri, hijo de Semaías.
38Estos fueron los nombres de algunos de los jefes de los clanes ricos de Siméon. Sus familias crecieron en número 39y viajaron a la región de Gerar, en la parte oriental del valle, en busca de pastura para sus rebaños. 40Allí encontraron buenos pastizales y una tierra tranquila y pacífica.
Algunos de los descendientes de Cam antes vivían en esa región; 41pero durante el reinado de Ezequías de Judá, estos líderes de Simeón invadieron la región y destruyeron por completo las casas de los descendientes de Cam y de los meunitas. Hoy en día no queda ni un rastro de ellos. Mataron a todos los que vivían allí y se apoderaron de la tierra, porque querían los buenos pastizales para sus rebaños.42Quinientos de estos invasores de la tribu de Simeón fueron al monte Seir, dirigidos por Pelatías, Nearías, Refaías y Uziel, todos hijos de Isi. 43Aniquilaron a los pocos amalecitas que habían sobrevivido y viven allí desde entonces.

 

1 Crónicas 5:1-17

Descendientes de Rubén
1El hijo mayor de Israel fue Rubén; pero como deshonró a su padre cuando se acostó con una de sus concubinas, los derechos del hijo mayor fueron dados a los hijos de su hermano José. Por esta razón, Rubén no aparece en la lista de los registros genealógicos como el primer hijo varón. 2Aunque los descendientes de Judá llegaron a ser la tribu más poderosa y dieron un gobernante para la nación, los derechos del hijo mayor le pertenecieron a José.
3Los hijos de Rubén, el hijo mayor de Israel, fueron: Hanoc, Falú, Hezrón y Carmi.
4Los descendientes de Joel fueron: Semaías, Gog, Simei, 5Micaía, Reaía, Baal 6y Beera. Beera fue el líder de los rubenitas cuando fueron llevados cautivos por el rey Tiglat-pileser de Asiria.
7Los parientes de Beera aparecen en los registros genealógicos por sus clanes: Jeiel (el jefe), Zacarías 8y Bela hijo de Azaz, hijo de Sema, hijo de Joel.
Los rubenitas vivían en la zona que se extiende de Aroer a Nebo y Baal-meón. 9Dado que tenían tantos animales en la tierra de Galaad, se extendieron al oriente hacia los límites del desierto que llega hasta el río Éufrates.
10Durante el reinado de Saúl, los rubenitas derrotaron a los agarenos en batalla. Después se trasladaron a los asentamientos agarenos a lo largo del borde oriental de Galaad.
Descendientes de Gad
11Al lado de los rubenitas, en la tierra de Basán, vivían los descendientes de Gad, hasta Salca al oriente. 12Joel fue el líder en la tierra de Basán, y Safán era segundo en autoridad, seguido por Jaanai y Safat.
13Sus parientes, los jefes de otros siete clanes, fueron Micael, Mesulam, Seba, Jorai, Jacán, Zía y Heber.14Todos ellos fueron los descendientes de Abihail, hijo de Huri, hijo de Jaroa, hijo de Galaad, hijo de Micael, hijo de Jesisai, hijo de Jahdo, hijo de Buz. 15Ahí, hijo de Abdiel, hijo de Guni, fue el jefe de sus clanes.
16Los gaditas vivieron en la tierra de Galaad, en Basán y sus aldeas, y por todos los pastizales de Sarón. 17Todos estos aparecen en los registros genealógicos durante los tiempos del rey Jotam de Judá y del rey Jeroboam de Israel.

 

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Hechos 25

Pablo ante Festo
1Tres días después de que Festo llegó a Cesarea para asumir sus nuevas funciones, partió hacia Jerusalén, 2donde los sacerdotes principales y otros líderes judíos se reunieron con él y le presentaron sus acusaciones contra Pablo. 3Le pidieron a Festo que les hiciera el favor de trasladar a Pablo a Jerusalén (ya que tenían pensado tenderle una emboscada y matarlo en el camino). 4Pero Festo respondió que Pablo estaba en Cesarea y que pronto él mismo iba a regresar allí. 5Así que les dijo: «Algunos de ustedes que tengan autoridad pueden volver conmigo. Si Pablo ha hecho algo malo, entonces podrán presentar sus acusaciones».
6Unos ocho o diez días después, Festo regresó a Cesarea y, al día siguiente, tomó su lugar en la corte y ordenó que trajeran a Pablo. 7Cuando Pablo llegó, los líderes judíos de Jerusalén lo rodearon e hicieron muchas acusaciones graves que no podían probar.
8Pablo negó los cargos. «No soy culpable de ningún delito contra las leyes judías, ni contra el templo, ni contra el gobierno romano», dijo.
9Entonces Festo, queriendo complacer a los judíos, le preguntó:
—¿Estás dispuesto a ir a Jerusalén y ser juzgado ante mí allá?
10Pero Pablo contestó:
—¡No! Esta es la corte oficial romana, por lo tanto, debo ser juzgado aquí mismo. Usted sabe muy bien que no soy culpable de hacer daño a los judíos.11Si he hecho algo digno de muerte, no me niego a morir; pero si soy inocente, nadie tiene el derecho de entregarme a estos hombres para que me maten. ¡Apelo al César!
12Festo consultó con sus consejeros y después respondió:
—¡Muy bien! Has apelado al César, ¡y al César irás!
13Unos días más tarde el rey Agripa llegó con su hermana, Berenice, a presentar sus respetos a Festo. 14Durante su visita de varios días, Festo conversó con el rey acerca del caso de Pablo.
—Aquí hay un prisionero —le dijo— cuyo caso me dejó Félix.15Cuando yo estaba en Jerusalén, los sacerdotes principales y los ancianos judíos presentaron cargos en su contra y me pidieron que yo lo condenara. 16Les hice ver que la ley romana no declara culpable a nadie sin antes tener un juicio. El acusado debe tener una oportunidad para que confronte a sus acusadores y se defienda.
17»Cuando los acusadores de Pablo llegaron aquí para el juicio, yo no me demoré. Convoqué al tribunal el día siguiente y di órdenes para que trajeran a Pablo, 18pero las acusaciones que hicieron en su contra no correspondían a ninguno de los delitos que yo esperaba. 19En cambio, tenían algo que ver con su religión y con un hombre muerto llamado Jesús, quien —según Pablo— está vivo. 20No sabía cómo investigar estas cuestiones, así que le pregunté si él estaba dispuesto a ser juzgado por estos cargos en Jerusalén; 21pero Pablo apeló al emperador para que resuelva su caso. Así que di órdenes de que lo mantuvieran bajo custodia hasta que yo pudiera hacer los arreglos necesarios para enviarlo al César.
22—Me gustaría oír personalmente a ese hombre —dijo Agripa.
Y Festo respondió:
—¡Mañana lo oirás!
Pablo habla con Agripa
23Así que, al día siguiente, Agripa y Berenice llegaron al auditorio con gran pompa, acompañados por oficiales militares y hombres prominentes de la ciudad. Festo dio órdenes de que trajeran a Pablo. 24Después Festo dijo: «Rey Agripa y los demás presentes, este es el hombre a quien todos los judíos tanto aquí como en Jerusalén quieren ver muerto; 25pero en mi opinión, él no ha hecho nada que merezca la muerte. Sin embargo, como apeló al emperador, decidí enviarlo a Roma.
26»¿Pero qué debo escribirle al emperador?, pues no hay ningún cargo concreto en su contra. Así que lo he traído ante todos ustedes —especialmente ante ti, rey Agripa— para tener algo que escribir después de que lo interroguemos. 27¡Pues no tiene sentido enviarle un prisionero al emperador sin especificar los cargos que hay en su contra!

 

 

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Salmos 5

Para el director del coro: salmo de David; acompáñese con flauta.

Oh Señor, óyeme cuando oro;
    presta atención a mi gemido.
Escucha mi grito de auxilio, mi Rey y mi Dios,
    porque solo a ti dirijo mi oración.
Señor, escucha mi voz por la mañana;
    cada mañana llevo a ti mis peticiones y quedo a la espera.

Oh Dios, la maldad no te agrada;
    no puedes tolerar los pecados de los malvados.
Por lo tanto, los orgullosos no pueden estar en tu presencia,
    porque aborreces a todo el que hace lo malo.
Destruirás a los que dicen mentiras;
    el Señor detesta a los asesinos y a los engañadores.

Gracias a tu amor inagotable, puedo entrar en tu casa;
    adoraré en tu templo con la más profunda reverencia.
Guíame por el camino correcto, oh Señor,
    o mis enemigos me conquistarán;
allana tu camino para que yo lo siga.

Mis enemigos no pueden decir la verdad;
    su deseo más profundo es destruir a los demás.
Lo que hablan es repugnante, como el mal olor de una tumba abierta;
    su lengua está llena de adulaciones.[a]
10 Oh Dios, decláralos culpables
    y haz que caigan en sus propias trampas;
expúlsalos a causa de sus muchos pecados,
    porque se rebelaron contra ti.

11 Pero que se alegren todos los que en ti se refugian;
    que canten alegres alabanzas por siempre.
Cúbrelos con tu protección,
    para que todos los que aman tu nombre estén llenos de alegría.
12 Pues tú bendices a los justos, oh Señor;
    los rodeas con tu escudo de amor.

 

 

 

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