El sabio consejo de un padre
Hijos míos, escuchen cuando su padre los corrige.
Presten
atención y aprendan buen juicio,
2 porque les doy una buena orientación.
No
se alejen de mis instrucciones.
3 Pues yo, igual que ustedes, fui hijo de mi padre,
amado
tiernamente como el hijo único de mi madre.
4 Mi padre me enseñó:
«Toma en serio mis palabras.
Sigue
mis mandatos y vivirás.
5 Adquiere sabiduría, desarrolla buen juicio.
No
te olvides de mis palabras ni te alejes de ellas.
6 No des la espalda a la sabiduría, pues ella te
protegerá;
ámala,
y ella te guardará.
7 ¡Adquirir sabiduría es lo más sabio que puedes
hacer!
Y
en todo lo demás que hagas, desarrolla buen juicio.
8 Si valoras la sabiduría, ella te engrandecerá.
Abrázala,
y te honrará.
9 Te pondrá una hermosa guirnalda de flores sobre la
cabeza;
te
entregará una preciosa corona».
10 Hijo mío, escúchame y haz lo que te digo,
y
tendrás una buena y larga vida.
11 Te enseñaré los caminos de la sabiduría
y
te guiaré por sendas rectas.
12 Cuando camines, no te detendrán;
cuando
corras, no tropezarás.
13 Aférrate a mis instrucciones, no las dejes ir;
cuídalas
bien, porque son la clave de la vida.
14 No hagas lo que hacen los perversos
ni
sigas el camino de los malos.
15 ¡Ni se te ocurra! No tomes ese camino.
Aléjate
de él y sigue avanzando.
16 Pues las personas malvadas no pueden dormir sin
hacer la mala acción del día.
No
pueden descansar sin antes hacer tropezar a alguien.
17 ¡Se alimentan de la perversidad
y
beben el vino de la violencia!
18 El camino de los justos es como la primera luz del
amanecer,
que
brilla cada vez más hasta que el día alcanza todo su
esplendor.
19 Pero el camino de los perversos es como la más
densa oscuridad;
ni
siquiera saben con qué tropiezan.
20 Hijo mío, presta atención a lo que te digo.
Escucha
atentamente mis palabras.
21 No las pierdas de vista.
Déjalas
llegar hasta lo profundo de tu corazón,
22 pues traen vida a quienes las encuentran
y
dan salud a todo el cuerpo.
23 Sobre todas las cosas cuida tu corazón,
porque
este determina el rumbo de tu vida.
24 Evita toda expresión perversa;
aléjate
de las palabras corruptas.
25 Mira hacia adelante
y
fija los ojos en lo que está frente a ti.
26 Traza un sendero recto para tus pies;
permanece
en el camino seguro.
27 No te desvíes,
evita
que tus pies sigan el mal.