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La iglesia en Sardis sufría de adormecimiento espiritual. Es fácil
para nosotros ver todo bien espiritualmente a nuestro alrededor
cuando, de hecho, nuestra relación vital con Dios ha muerto. El
Señor le dijo a la iglesia de Sardis: "¡Despierta! Fortalece lo poco
que te queda, porque hasta lo que queda está a punto de morir. Veo
que tus acciones no cumplen con los requisitos de mi Dios."
(Apocalipsis 3:2).
Si no tenemos cuidado, el sueño puede acercarse sigilosamente a
nosotros, incluso cuando estamos activos manejando. El salmista
dijo: "Anhelo al Señor más que los centinelas el amanecer, sí, más
de lo que los centinelas anhelan el amanecer." (Salmo 130:6). Toda
la ocupación de un guardia se basa en mantenerse despierto, mirando
fijamente la oscuridad por cualquier señal del enemigo. Si se queda
dormido, desastrosas consecuencias pueden haber para toda la ciudad.
En lugar de dormir, el guardia mira ansiosamente el cielo del este
en busca de signos del sol de la mañana. De la misma manera,
nuestras almas deben tener una expectativa ansiosa de Dios, un
entusiasmo excitante cada vez que pasamos tiempo a solas con Él.
Amós dijo: "¡Qué aflicción les espera a ustedes que están a sus
anchas en medio de lujos en Jerusalén, y a ustedes que se sienten
seguros..." (Amós 6:1).
Sacudite a vos mismo, porque el Señor dijo "vendré a ti de repente,
cuando menos lo esperes, como lo hace un ladrón." (Apocalipsis 3:3).
344 días pasaron. ¡Quedan solo 21!
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