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Santiago describe estos siete pilares de la sabiduría (Santiago
3:17) y los contrasta con la sabiduría "terrenales, puramente
humanas y demoníacas" (v. 15). En primer lugar, la sabiduría es
pura. Vivir comprometido con un estilo de vida mixto puede parecer
inteligente, pero no es sabio.
En segundo lugar, la sabiduría es amante de la paz. Esta actitud
está en contraste directo con la envidia del mundo y la ambición
egoísta, que se traduce en "desorden y toda clase de maldad" (v.
16).
En tercer lugar, la sabiduría es amable. Una persona sabia practica
la cortesía amable y siempre tiene en cuenta las necesidades, deseos
y sentimientos de los demás.
En cuarto lugar, la sabiduría es sumisa. La voluntad de una persona
a someter su propia voluntad al bien general de la familia, la
comunidad o la iglesia local es una marca de la verdadera sabiduría.
En quinto lugar, la sabiduría está llena de misericordia y de buenos
frutos. Una persona sabia demostrará marcas evidentes de bondad,
caridad y perdón hacia aquellos que lo han herido.
En sexto lugar, la sabiduría es imparcial, no evaluando a la persona
por su aspecto o status sino por sus necesidades reales.
Por último, la sabiduría es sincera. Una persona sabia no es
hipócrita, sino que posee una profunda autenticidad interior. Con
esa persona, ¡lo que ves es lo que hay!
Establecé tu vida según estos siete pilares, y "sembrará[s] semillas
de paz y recogerá[s] una cosecha de justicia" (v. 18).
322 días pasaron. Quedan solo 43.
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