¿Qué hay en la alabanza que es tan poderosa? ¿Por qué las escrituras
nos exhortan tanto en alabar al Señor?
En primer lugar, la alabanza bendice a Dios. Cuando su pueblo alaba
Su nombre con danza y hace música para Él con pandero y arpa, el
Señor se deleita en ellos (Salmo 149:4). Nosotros lo bendecimos al
bailar, dar palmas, gozarnos, y alegrarnos con él. Los santos
siempre deberían "alegrarse de que él los honra; que canten de
alegría mientras descansan en sus camas." (v. 5).
En segundo lugar, la alabanza involucra una guerra poderosa contra
el enemigo. Si es nuestro honor alabar al Señor, entonces es nuestra
gloria poner a nuestros enemigos en fuga a través de la alabanza (v.
9). La alabanza tiene el poder "para encadenar a sus reyes con
grilletes y a sus líderes con cadenas de hierro" (v. 8). Al alabar a
Dios, se ejecuta la sentencia contra nuestros enemigos como está
escrito en la Palabra de Dios.
Nunca subestimes el poder de la alabanza. La simple adoración y
oración del rey Ezequías trajo el ángel del Señor a su situación. En
una noche, el ángel mató a 185.000 soldados asirios, y Judá fue
librado de las manos del enemigo (2 Reyes 19:35).
¡Alabado sea el Señor!
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