Esta notable profecía de 2 Reyes nos recuerda el previo conocimiento
de Dios, el rey Josías de Judá no nació hasta casi trescientos años
después de la palabra que el Señor había predicho! Imagínese si
alguien hace 400 años hubiera mencionado el nombre exacto de un
presidente actualmente elegido y describiera en detalle sus
políticas y acciones. Tal escenario sería similar a lo que ocurrió
con Josías, porque él cumplió la profecía acerca de su vida hasta el
más mínimo detalle (2 Reyes 23:15-16).
Nuestras vidas no son accidentales, pero cuidadosamente cumplen el
propósito diseñado por Dios para traer gloria a su nombre. Somos
realmente hijos de destino. El Señor le dijo a Jeremías: "Te conocía
aun antes de haberte formado en el vientre de tu madre; antes de que
nacieras, te aparté y te nombré mi profeta a las naciones."
(Jeremías 1:5).
Descansá hoy en el conocimiento que Dios tiene con respecto a tu
destino. Desde el principio de los tiempos, Dios puso sus ojos sobre
vos!
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