Justo cuando las cosas parecían ponerse peor para David, Dios estaba dándole un gran empuje. En Siclag, David se enfrentó al punto más bajo de su vida, porque perdió a toda su familia en un día. Después de esta tragedia, incluso sus mejores amigos estaban listos para apedrearlo. Gracias a que él encontró fortaleza en el Señor, Dios dio un vuelco a toda la situación. "Así que David recuperó todo lo que los amalecitas habían tomado y rescató a sus dos esposas. No faltaba nada: fuera grande o pequeño, hijo o hija, ni ninguna otra cosa que se habían llevado. David regresó con todo." (1 Samuel 30:18-19 ).

Alguien ha señalado que en Siclag David estaba a sólo setenta y dos horas de un milagro. Él no lo sabía aún, pero todos sus años de huir de Saúl estaban a punto de llegar a su fin. La prueba estaba a punto de terminar, pero la parte final de la prueba fue la más difícil. Pero después de eso, David no sólo recuperó todo, sino también ganó una enorme cantidad de riqueza. Él utilizó esa riqueza para derramar su buena voluntad en Judá, y esto inició el proceso para convertirse en rey de Judá. ¡Qué cambio desde la profunda depresión de Siclag!

Podés pensar que esperaste una eternidad, pero tal vez estés a sólo setenta y dos horas de tu milagro. " Cuando Job oró por sus amigos, el Señor le restauró su bienestar. Es más, ¡el Señor le dio el doble de lo que antes tenía!" (Job 42:10).

¡Esperá en Dios para convertir la oscuridad en gloriosa luz!

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