"Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está
presto." (Juan 7:6)
Con estas palabras, Jesús se dirigió a sus hermanos que lo estaban
presionando para ir a Jerusalén y hacer milagros. Ellos pensaban que
todo el que quisiera ser una figura pública tenía que ir al centro
de la atención y promoverse a sí mismo. En sus mentes, Jesús tuvo el
mayor espectáculo milagroso y necesitaba hacer publicidad de él!
Jesús respondió las demandas de sus hermanos con una referencia a Su
tiempo. Él se había comprometido a esperar en el Señor por el
momento adecuado con respecto a las puertas del ministerio. Muchos
cristianos, sin embargo, son más como los hermanos de Jesús que como
Él. Ven el ministerio como si fuera un negocio, y crecen frustrados
si ellos o cualquier otra persona pierden la oportunidad.
Saúl, tampoco tenía sentido del tiempo divino (1 Samuel 13:11-12).
En lugar de esperar a Samuel para hacer el sacrificio, se obligó a
sí mismo a ofrecerlo antes que la gente comenzara a dispersarse.
Este error de sincronización le costó su trono.
El gran águila excava sus garras en la parte superior de la roca y
espera los vientos térmicos. Cuando soplan demasiado difícil de
resistir, libera sus garras y se eleva. Sus alas no ondean con el
esfuerzo, pero sin esfuerzo vuela alto.
Esperá en el Señor y Sus vientos de oportunidad. Él te exaltará
cuando el tiempo sea perfecto.
131 días pasaron ya, quedan 234
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