Muchas veces estamos tan atrapados trabajando para Dios que no somos
capaces de ser renovados por Dios. Sansón mató a mil hombres con la
quijada de un asno. ¡Qué hazaña maravillosa! Sin embargo, a pesar de
este logro, gritó, "¿y ahora tengo que morir de sed y caer en manos
de estos paganos?" (Jueces 15:18). En otras palabras, Sansón había
trabajado duro para Dios, pero ahora necesitaba ser renovado por Él.
Podés ser usado poderosamente por Dios en la liberación y sin
embargo estar pereciendo de sed espiritual. Un ministro agotado no
tiene ningún valor para el Señor, independientemente de sus
habilidades ministeriales. Pero Dios escuchará su clamor, como lo
hizo Sansón, y abrirá un manantial sobrenatural para vos. El
versículo 19 dice: "y Sansón se reanimó al beber." El salmista dijo:
"Colma mi vida de cosas buenas; ¡mi juventud se renueva como la del
águila!" (Salmo 103:5). El renuevo tiene lugar cada vez que bendigas
al Señor con toda tu alma.
Elías mató a los profetas de Baal y luego estaba listo al día
siguiente para morir e ir al cielo. ¿Cuál es el secreto de la
longevidad en el ministerio y servicio espiritual? Dejá la "quijada"
todas las noches. No la levantes al día siguiente hasta que hayas
estado en la fuente de renovación de la adoración!
121 días pasaron. Quedan todavía 244 en los cuales aprendas a dejar
todo en manos de Dios y adorar!
|