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Devocional 2/05
Lectura del día
 

 

Muchas veces estamos tan atrapados trabajando para Dios que no somos capaces de ser renovados por Dios. Sansón mató a mil hombres con la quijada de un asno. ¡Qué hazaña maravillosa! Sin embargo, a pesar de este logro, gritó, "¿y ahora tengo que morir de sed y caer en manos de estos paganos?" (Jueces 15:18). En otras palabras, Sansón había trabajado duro para Dios, pero ahora necesitaba ser renovado por Él.

Podés ser usado poderosamente por Dios en la liberación y sin embargo estar pereciendo de sed espiritual. Un ministro agotado no tiene ningún valor para el Señor, independientemente de sus habilidades ministeriales. Pero Dios escuchará su clamor, como lo hizo Sansón, y abrirá un manantial sobrenatural para vos. El versículo 19 dice: "y Sansón se reanimó al beber." El salmista dijo: "Colma mi vida de cosas buenas; ¡mi juventud se renueva como la del águila!" (Salmo 103:5). El renuevo tiene lugar cada vez que bendigas al Señor con toda tu alma.

Elías mató a los profetas de Baal y luego estaba listo al día siguiente para morir e ir al cielo. ¿Cuál es el secreto de la longevidad en el ministerio y servicio espiritual? Dejá la "quijada" todas las noches. No la levantes al día siguiente hasta que hayas estado en la fuente de renovación de la adoración!

121 días pasaron. Quedan todavía 244 en los cuales aprendas a dejar todo en manos de Dios y adorar!

 

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