Compartir

Devocional 30/04
Lectura del día
 

 

El rechazo daña profundamente el alma del hombre. Ser rechazado por la propia familia y otras personas puede herir a una persona en su misma esencia. Jefté, hijo de una prostituta, sabía lo que era ser rechazado (Jueces 11:2). Sus hermanastros le enviaron a la tierra de Tob simplemente debido a sus antecedentes. No había hecho nada para merecer tal rechazo.

A menudo somos rechazados debido a factores fuera de nuestro control. Sin embargo, el dolor del rechazo nos hace arremeter contra aquellos que nos han herido, sobre todo cuando llegan a nosotros en busca de ayuda en el futuro. Nuestra respuesta con frecuencia es como Jefté: "¿Por qué vienes a mí ahora, cuando estás en problemas?" (Jueces 11:7).

Jesucristo conocía el dolor del rechazo al máximo. Toda la nación le dio la espalda, porque él fue "despreciado y rechazado, varón de dolores, experimentado en quebranto" (Isaías 53:3).

¿Alguna vez llegaste a tus amigos o familiares con un testimonio de amor, sólo para que te lo arrojen de nuevo en tu cara? Uno puede amar de todos modos. Un día, al igual que los hermanos de Jefté, vendrán a llamar a tu puerta. Cuando lo hagan, dales una muestra del amor de Cristo en vos.

119 días se fueron. Quedan 246.

 

Compartir

 

Iglesia Cristiana Centro de Restauración · ICCR · Florencio Varela · Argentina · +54 (011) 4287 4106 · contacto@iglesiarestauracion.com.ar