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Feroz, ardiente y fiel, el sol nunca vacila en su curso, que está
establecido por la Palabra de Dios. Tampoco se alteró debido a las
condiciones meteorológicas. La única vez que el sol se detuvo fue
cuando Josué mandó a obedecer la Palabra del Señor (Josué 10:12-13)
El "cielo" espiritual está lleno de "soles" espirituales. Son
campeones y nunca vacilan mientras recorren sus caminos. La mujer de
Tiro y Sidón fue uno de esos campeones. Ella se negó a ser
desplazada o se le negara la liberación de su hija (Mateo 15:21-28).
Su rostro se estableció como un pedernal, como un corredor de
atletismo en la carrera de su vida.
José, también, fue uno de esos. Su fiel determinación en la Palabra
y la promesa de Dios se tradujo no sólo en su salvación personal y
la alimentación del mundo, sino también en la salvación de su
familia y liberación.
"El camino de los justos es como la primera luz del amanecer, que
brilla cada vez más hasta que el día alcanza todo su esplendor."
(Proverbios 4:18).
¡Seguí brillando, hermano y hermana! Sos un campeón, y completarás
tu travesía de alegría!
22 días pasaron... restan 343 para cumplir el propósito de Dios
en tu vida.
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