|
José instruyó a sus hermanos a que su padre supiera que él podía
dejar totalmente sus posesiones y trasladarse a Egipto. Era ridículo
preocuparse por algunas carpas viejas y provisiones cuando José era
gobernador de Egipto. Enormes carretadas de alimentos y vestimentas
siguieron a los hermanos cuando regresaban a Israel. Ya no había más
preocupación por finanzas o necesidades. Su hermano José estaba
proveyendo para todo lo que necesitaran con las riquezas de Egipto.
Muy a menudo nos aferramos a nuestros pocos y pequeños recursos,
cuando en realidad la riqueza del cielo nos pertenece. Un niño
pequeño estaba dispuesto a renunciar a sus cinco piezas de pan y dos
peces dándoselas al Maestro. Su obediencia no fue un sacrificio, ya
que el Señor no solo le dio de vuelta su almuerzo, sino que Él
también proporcionó doce cestas de sobras para llevar a casa. (Mateo
14:20) Esos pequeños objetos dados en obediencia fueron la llave que
abrió la prosperidad para él.
La provisión es normal cuando te das cuenta de que tenés un
"pariente" que ocupa una posición muy importante en el universo. Tu
hermano Jesús -no el Faraón- ¡está sentado a la diestra de Dios!
¿Cuánto más deberías confiar seguro en renunciar a tus escasas
pertenencias en la tierra?
21 días pasaron... restan 344 para cumplir el propósito de Dios
en tu vida.
|