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Todo el mundo pasa por un proceso de prueba y error. Jesús enseñó
que la semilla cae en diferentes tipos de suelo. Cada tipo representa el corazón del hombre (Mateo 13). Cada uno de nosotros
será puesto a prueba para ver lo bien que batallamos en las áreas de
incredulidad, desánimo y distracción.
Las aves mencionadas en Mateo 13:4 son los ladrones demoníacos que
nos mienten acerca de las promesas de Dios, engañándonos a la
incredulidad. El suelo pedregoso (vs 20-21) representa la avalancha
de problemas desalentadores y persecuciones que se nos presentan. El
terreno espinoso (v. 22) se refiere a las distracciones continuas de
la riqueza, el placer, y las cosas del mundo.
José pasó cada prueba en sus trece años de cautiverio egipcio. A lo
largo de esos años, nunca se permitió dudar o convertirse en
negativo acerca de las promesas de Dios de que un día sería un
gobernante. Tampoco creció desanimado, aunque su camino se hacía
cada vez más difícil. Por último, nunca se comprometió con el
pecado, aun cuando la esposa de Potifar le ofreció todo a cambio de
tenerlo en su lecho.
Tomá hoy la decisión de rechazar la incredulidad, luchar contra el
desánimo, y rechazar las distracciones del mundo. A medida que pasan
las pruebas en cada una de estas áreas, ¡Él te llevará desde el pozo
de la prisión al palacio!
18 días pasaron... restan 347 para cumplir el propósito de Dios en
tu vida.
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