5 de Diciembre
 

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Salmo 124

 

Oseas 1

1El Señor le dio este mensaje a Oseas, hijo de Beeri, durante los años en que Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías eran reyes de Judá, y Jeroboam II, hijo de Yoás, era rey de Israel.
La esposa y los hijos de Oseas
2Cuando el Señor le habló por primera vez a Israel por medio de Oseas, le dijo al profeta: «Ve y cásate con una prostituta, de modo que algunos de los hijos de ella sean concebidos en prostitución. Esto ilustrará cómo Israel se ha comportado como una prostituta, al volverse en contra del Señor y al rendir culto a otros dioses».
3Así que Oseas se casó con Gomer, hija de Diblaim. Ella quedó embarazada y le dio un hijo. 4Entonces el Señordijo: «Ponle al niño por nombre Jezreel, porque estoy a punto de castigar a la dinastía del rey Jehú para vengar los asesinatos que cometió en Jezreel. De hecho, pondré fin a la independencia de Israel 5y acabaré con su poderío militar en el valle de Jezreel».
6Al poco tiempo, Gomer quedó embarazada otra vez y dio a luz una niña. Entonces el Señor le dijo a Oseas: «Ponle por nombre a tu hija Lo-ruhamá —“no amada”— porque ya no le demostraré amor al pueblo de Israel ni lo perdonaré; 7pero sí le demostraré amor al pueblo de Judá. Lo libraré de sus enemigos, no con armas y ejércitos ni con caballos y jinetes, sino con mi poder como el Señor su Dios».
8Después que Gomer destetó a Lo-ruhamá, quedó nuevamente embarazada y dio a luz un segundo hijo.9Entonces el Señor dijo: «Ponle por nombre Lo-ammí —“no es mi pueblo”— porque Israel no es mi pueblo y yo no soy su Dios.
10»Sin embargo, llegará el día cuando el pueblo de Israel será como la arena a la orilla del mar, ¡imposible de contar! Así que en el lugar donde se les dijo: “Ustedes no son mi pueblo”, se dirá: “Ustedes son hijos del Dios viviente”.11Entonces los pueblos de Judá e Israel se unirán, elegirán un solo líder y regresarán juntos del destierro. Qué gran día será —el día de Jezreel— cuando Dios plantará de nuevo a su pueblo en su tierra.

Oseas 2

1»En ese día, llamarán a sus hermanos Ammí —“mi pueblo”— y a sus hermanas llamarán Ruhamá: “las que yo amo”.En la edición impresa del la NTV, el 2:1 se fija como párrafo independiente al final del capítulo uno.
Cargos contra una esposa infiel
2»Pero ahora, presenten cargos contra su madre Israel,
porque ya no es mi esposa,
ni yo soy su esposo.
Díganle que se quite del rostro el maquillaje de prostituta
y la ropa que muestra sus pechos.
3De lo contrario, la desnudaré por completo,
como estaba el día en que nació.
Dejaré que muera de sed,
como en un desierto desolado y árido.
4No amaré a sus hijos
porque fueron concebidos en la prostitución.
5Su madre es una prostituta descarada
y quedó embarazada de una manera vergonzosa.
Dijo: “Iré tras otros amantes
y me venderé a cambio de comida y agua,
a cambio de ropa de lana y lino,
también a cambio de aceite de oliva y bebidas”.
6»Por esta razón la cercaré con espinos.
Cerraré su paso con un muro
para que pierda su rumbo.
7Cuando corra tras sus amantes,
no podrá alcanzarlos.
Los buscará
pero no los encontrará.
Entonces pensará:
“Mejor me sería volver a mi esposo
porque con él estaba mejor que ahora”.
8Ella no se da cuenta de que fui yo quien le dio todo lo que tiene:
grano, vino nuevo y aceite de oliva;
hasta le di plata y oro.
Pero ella le ofreció todos mis regalos a Baal.
9»Sin embargo, ahora le quitaré el grano maduro y el vino nuevo
que generosamente le di en cada cosecha.
Le quitaré la ropa de lino y lana
que le di para cubrir su desnudez.
10La desnudaré por completo en público,
a la vista de todos sus amantes.
Nadie podrá librarla
de mis manos.
11Pondré fin a sus festivales anuales,
celebraciones de luna nueva y sus días de descanso:
todos sus festivales establecidos.
12Destruiré sus vides y sus higueras,
las cuales, según ella, le dieron sus amantes.
Dejaré que crezcan hasta que se conviertan en espesos matorrales
de los que solo los animales salvajes comerán su fruto.
13La castigaré por todas las ocasiones
en que quemaba incienso a las imágenes de Baal,
cuando se ponía aretes y joyas
y salía a buscar a sus amantes,
olvidándose de mí por completo
—dice el Señor—.
El amor del Señor por un Israel infiel
14»Pero luego volveré a conquistarla.
La llevaré al desierto
y allí le hablaré tiernamente.
15Le devolveré sus viñedos
y convertiré el valle de la Aflicción en una puerta de esperanza.
Allí se me entregará
como lo hizo hace mucho tiempo cuando era joven,
cuando la liberé de su esclavitud en Egipto.
16Al llegar ese día —dice el Señor—,
me llamarás “esposo mío”
en vez de “mi señor”.
17Oh Israel, yo borraré los muchos nombres de Baal de tus labios
y nunca más los mencionarás.
18En ese día haré un pacto
con todos los animales salvajes, las aves de los cielos
y los animales que corren sobre la tierra,
para que no te hagan daño.
Quitaré de la tierra todas las armas de guerra,
todas las espadas y todos los arcos,
para que puedas vivir sin temor,
en paz y seguridad.
19Te haré mi esposa para siempre,
mostrándote rectitud y justicia,
amor inagotable y compasión.
20Te seré fiel y te haré mía
y por fin me conocerás como el Señor.
21»En ese día, yo responderé
—dice el Señor—.
Le responderé al cielo cuando clame por nubes,
y el cielo contestará a la tierra con lluvia.
22Entonces la tierra responderá a los clamores sedientos
del grano, de las vides y de los olivos.
Y ellos a su vez responderán:
“Jezreel” que significa “¡Dios siembra!”.
23En ese tiempo yo sembraré una cosecha de israelitas
y los haré crecer para mí.
Demostraré amor
a los que antes llamé “no amados”.
Y a los que llamé “no son mi pueblo”,
yo diré: “Ahora son mi pueblo”.
Y ellos responderán: “¡Tú eres nuestro Dios!”».

Oseas 3

La esposa de Oseas es redimida
1Entonces el Señor me dijo: «Ve y ama otra vez a tu esposa, aun cuando ella comete adulterio con un amante. Esto ilustrará que el Señor aún ama a Israel, aunque se haya vuelto a otros dioses y le encante adorarlos».
2Así que la recuperé pagando quince piezas de plata,doscientos veinte kilos de cebada y una medida de vino.3Entonces le dije: «Tienes que vivir en mi casa por muchos días y dejar la prostitución. Durante este tiempo no tendrás relaciones sexuales con nadie, ni siquiera conmigo».
4Esto muestra que Israel estará por mucho tiempo sin rey ni príncipe, sin sacrificios ni columnas sagradas ni sacerdotes, ¡ni siquiera ídolos! 5Pero después el pueblo volverá y se dedicará al Señor su Dios y al descendiente de David, su rey. En los últimos días, temblarán de asombro ante el Señor y su bondad.

 

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1ª Juan 5

La fe en el Hijo de Dios
1Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha llegado a ser un hijo de Dios. Y todo el que ama al Padre ama también a los hijos nacidos de él. 2Sabemos que amamos a los hijos de Dios si amamos a Dios y obedecemos sus mandamientos. 3Amar a Dios significa obedecer sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga difícil de llevar. 4Pues todo hijo de Dios vence a este mundo de maldad, y logramos esa victoria por medio de nuestra fe. 5¿Y quién puede ganar esta batalla contra el mundo? Únicamente los que creen que Jesús es el Hijo de Dios.
6Y Jesucristo fue revelado como el Hijo de Dios por medio de su bautismo en agua y por derramar su sangre en la cruz, es decir, no mediante agua solamente sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu, quien es la verdad, lo confirma con su testimonio. 7Por lo tanto, son tres los testigos 8—el Espíritu, el agua y la sangre— y los tres están de acuerdo. 9Ya que creemos el testimonio humano, sin duda alguna podemos creer el testimonio de más valor que proviene de Dios; y Dios ha dado testimonio acerca de su Hijo. 10Todo el que cree en el Hijo de Dios sabe en su corazón que este testimonio es verdadero. Los que no lo creen, en realidad llaman a Dios mentiroso porque no creen el testimonio que él ha dado acerca de su Hijo.
11Y este es el testimonio que Dios ha dado: él nos dio vida eterna, y esa vida está en su Hijo. 12El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
Conclusión
13Les he escrito estas cosas a ustedes, que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. 14Y estamos seguros de que él nos oye cada vez que le pedimos algo que le agrada; 15y como sabemos que él nos oye cuando le hacemos nuestras peticiones, también sabemos que nos dará lo que le pedimos.
16Si alguno de ustedes ve que un hermano en Cristocomete un pecado que no lleva a la muerte, debe orar por él, y Dios le dará vida a ese hermano. Pero hay un pecado que lleva a la muerte, y no digo que se ore por quienes lo cometen. 17Todas las malas acciones son pecado, pero no todos los pecados llevan a la muerte.
18Sabemos que los hijos de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque el Hijo de Dios los mantiene protegidos, y el maligno no puede tocarlos. 19Sabemos que somos hijos de Dios y que el mundo que nos rodea está controlado por el maligno.
20Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento, para que podamos conocer al Dios verdadero. Y ahora vivimos en comunión con el Dios verdadero porque vivimos en comunión con su Hijo, Jesucristo. Él es el único Dios verdadero y él es la vida eterna.
21Queridos hijos, aléjense de todo lo que pueda ocupar el lugar de Dios en el corazón.

 

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Salmo 124

Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. Salmo de David.
1¿Qué habría ocurrido si el Señor no hubiera estado de nuestro lado?
Que todo Israel repita:
2¿Qué habría ocurrido si el Señor no hubiera estado de nuestro lado
cuando nos atacaron?
3Nos habrían tragado vivos
en el ardor de su enojo.
4Las aguas nos habrían envuelto;
un torrente nos habría inundado.
5Así es, las impetuosas aguas de su furia
nos habrían ahogado hasta la vida misma.
6¡Alaben al Señor,
quien no permitió que nos despedazaran con sus dientes!
7Escapamos como un pájaro de la trampa del cazador;
¡la trampa se rompió y somos libres!
8Nuestra ayuda viene del Señor,
quien hizo el cielo y la tierra.

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