10 de Junio

 

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1 Reyes 7
Hechos 7:30-50
Salmo 128
Proverbios 10

 

1 Reyes 7

Salomón construye su palacio
1Salomón también edificó su propio palacio, y le llevó trece años terminar la construcción.
2Uno de los edificios de Salomón se llamaba Palacio del Bosque del Líbano. Medía cuarenta y seis metros de largo, veintitrés metros de ancho, y trece metros y medio de alto. Había cuatro filas de columnas de cedro, sobre las cuales se apoyaban grandes vigas también de cedro. 3El techo del salón era de cedro. Encima de las vigas que estaban sobre las columnas había cuarenta y cinco cuartos laterales, dispuestos en tres niveles de quince cuartos cada uno. 4En cada extremo del largo salón había tres filas de ventanas unas frente a otras. 5Todas las puertas y sus postes tenían marcos rectangulares y estaban dispuestas en grupos de tres, unas frente a otras.
6Salomón también construyó el Salón de las Columnas, el cual tenía veintitrés metros de largo y trece metros y medio de ancho. En el frente había un pórtico, con una especie de cubierta sostenida por columnas.
7Además, Salomón construyó la sala del trono, conocida como el Salón de Justicia, donde se sentaba a oír los asuntos legales. El salón estaba recubierto con paneles de cedro desde el piso hasta el techo. 8Las habitaciones privadas de Salomón rodeaban un patio que estaba detrás de este salón, y estaban construidas de la misma forma. También construyó habitaciones privadas del mismo estilo para la hija del faraón, con quien se había casado.
9Desde los cimientos hasta los aleros, todos los edificios estaban hechos con enormes bloques de piedra de primera calidad, cortados con sierra y terminados a las medidas exactas en cada uno de sus lados.10Algunos de estos enormes bloques que se usaron para los cimientos tenían una longitud de cuatro metros y medio; y otros, de tres metros y medio. 11Los bloques de piedra de primera calidad que se usaron para las paredes también fueron cortados a medida, y allí también se utilizaron vigas de cedro. 12Las paredes del gran atrio se construyeron de tal forma que había una hilera de vigas de cedro por cada tres hileras de piedra acabada, igual que las paredes del atrio interior del templo del Señor, con su antesala.
Mobiliario del templo
13El rey Salomón pidió que un hombre llamado Huram viniera desde Tiro. 14Este hombre era israelita solo por parte de su madre, una viuda de la tribu de Neftalí, y su padre había sido un artesano del bronce en Tiro. Huram tenía mucha habilidad y talento para hacer todo tipo de trabajo en bronce, y aceptó ir para hacer toda la obra de metal para el rey Salomón.
15Huram fundió dos columnas de bronce, cada una tenía ocho metros y medio de alto y cinco metros y medio de circunferencia.16Para la parte superior de las columnas, fundió capiteles de bronce, cada uno tenía dos metros y medio de alto. 17Cada capitel estaba decorado con siete conjuntos de enrejado y cadenas entrelazadas. 18También rodeó el enrejado con dos filas de granadas, para decorar los capiteles en la parte superior de las columnas. 19Los capiteles de las columnas que estaban dentro de la antesala tenían forma de lirios, y medían un metro con ochenta centímetros de alto. 20Los capiteles sobre las dos columnas estaban rodeados con doscientas granadas ubicadas en dos filas al lado de la superficie redondeada, junto al enrejado. 21Huram puso las columnas a la entrada del templo, una hacia el sur y la otra hacia el norte. A la del sur la llamó Jaquín, y a la del norte, Boaz. 22Los capiteles de las columnas tenían forma de lirios. Así quedó terminado el trabajo de las columnas.
23Luego Huram fundió un enorme tazón redondo, que medía cuatro metros y medio de borde a borde, llamado el Mar. Tenía dos metros con treinta centímetros de profundidad y cerca de catorce metros de circunferencia. 24Por debajo del borde, estaba rodeado por dos hileras de calabazas decorativas. Había unas veinte calabazas por cada treinta centímetros de la circunferencia, que se habían fundido como parte del tazón.
25El Mar estaba colocado sobre una base formada por doce bueyes de bronce que miraban hacia fuera. Tres miraban hacia el norte, tres hacia el occidente, tres hacia el sur y tres hacia el oriente; y el Mar estaba asentado sobre ellos. 26El grosor del Mar era de unos ocho centímetros, su borde era acampanado como una copa y se parecía a una flor de nenúfar. Tenía capacidad para unos cuarenta y dos mil litros de agua.
27Huram también hizo diez carretas de bronce para llevar agua; cada una medía un metro con ochenta centímetros de largo, lo mismo de ancho, y tenía una altura de un metro con cuarenta centímetros. 28Las carretas estaban construidas con paneles laterales asegurados con travesaños. 29Tanto los paneles como los travesaños estaban decorados con tallas de leones, bueyes y querubines. Por encima y por debajo de los bueyes y leones había como adorno una guirnalda. 30Cada carreta tenía cuatro ruedas de bronce con sus ejes también de bronce. En las esquinas contaban con unos soportes para los tazones de bronce; estos soportes estaban decorados a cada lado con tallas de guirnaldas. 31En la parte superior de cada carreta había un marco redondo para el tazón. Ese marco sobresalía cuarenta y seis centímetros por encima de la carreta, como un pedestal redondo; la abertura del marco medía sesenta y nueve centímetros de lado a lado y estaba decorada por fuera con tallas de guirnaldas. Los paneles de las carretas eran cuadrados, no redondos. 32Debajo de los paneles había cuatro ruedas conectadas a ejes que se habían fundido en una sola pieza con la carreta. Las ruedas tenían sesenta y nueve centímetros de diámetro 33y eran semejantes a ruedas de carruajes. Los ejes, los rayos, los bordes y los cubos se fundieron con bronce derretido.
34Cada una de las cuatro esquinas de las carretas tenía un agarradero, que también se había fundido en una sola pieza con la carreta. 35A lo largo de la parte superior de cada carreta había un borde que medía veintitrés centímetros de ancho. Los soportes de las esquinas y los paneles laterales se fundieron en unidad en una sola pieza con la carreta. 36Los paneles y los soportes de las esquinas estaban decorados con tallas de querubines, leones y palmeras, colocados según el espacio disponible, y había guirnaldas por todos lados. 37Las diez carretas para llevar agua eran del mismo tamaño y fueron hechas iguales, pues cada una fue fundida en el mismo molde.
38Huram también hizo diez tazones de bronce más pequeños, uno para cada carreta. Cada tazón medía un metro con ochenta centímetros de diámetro y tenía capacidad para ochocientos cuarenta litros de agua. 39Puso cinco carretas en el lado sur del templo y cinco en el lado norte. El gran tazón de bronce llamado el Mar fue ubicado cerca de la esquina suroriental del templo. 40También hizo los lavamanos, las palas y los tazones que se necesitaban.
Finalmente Huram terminó todo el trabajo que el rey Salomón le había asignado que hiciera para el templo del Señor:
41las dos columnas;
los dos capiteles con forma de tazón en la parte superior de las columnas;
las dos redes de cadenas entrelazadas que decoraban los capiteles;
42las cuatrocientas granadas que colgaban de las cadenas sobre los capiteles (dos filas de granadas por cada red de cadenas que decoraban los capiteles sobre las columnas);
43las diez carretas para llevar agua que sostenían los diez tazones;
44el Mar y los doce bueyes que lo sostenían;
45y los recipientes para la ceniza, las palas y los tazones.
Huram hizo todos estos objetos de bronce bruñido para el templo del Señor, tal como le había indicado el rey Salomón. 46El rey mandó que se fundieran en moldes de barro en el valle del Jordán, entre Sucot y Saretán. 47Salomón no pesó los utensilios porque eran muchos; el peso del bronce no se pudo medir.
48Salomón también hizo todo el mobiliario para el templo del Señor:
el altar de oro;
la mesa de oro para el pan de la Presencia;
49los candelabros de oro macizo, cinco en el sur y cinco en el norte, frente al Lugar Santísimo;
las decoraciones de flores, las lámparas y las tenazas, todo de oro;
50los cuencos pequeños, las despabiladeras para las lámparas, los tazones, la vajilla y los recipientes para quemar incienso, todo de oro macizo;
y las puertas para las entradas al Lugar Santísimo y al salón principal del templo, con el frente revestido de oro.
51Así terminó el rey Salomón todo su trabajo para el templo del Señor. Luego trajo todos los obsequios que su padre David había consagrado —la plata, el oro y los diversos objetos— y los guardó en los tesoros del templo del Señor.

 

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Hechos 7:30-50

30»Cuarenta años después, en el desierto que está cerca del monte Sinaí, un ángel se le apareció a Moisés en la llama de una zarza que ardía. 31Moisés quedó asombrado al verla. Y, cuando se estaba acercando para ver mejor, la voz del Señor le dijo: 32“Yo soy el Dios de tus antepasados: el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”. Moisés tembló aterrorizado y no se atrevía a mirar.
33»Entonces el Señor le dijo: “Quítate las sandalias, porque estás parado sobre tierra santa. 34Ciertamente he visto la opresión de mi pueblo en Egipto. He escuchado sus gemidos y he descendido para rescatarlos. Ahora ve, porque te envío de regreso a Egipto”.
35»Así que Dios envió de vuelta al mismo hombre que su pueblo había rechazado anteriormente cuando le preguntaron: “¿Quién te puso como gobernante y juez sobre nosotros?”. Mediante el ángel que se le apareció en la zarza que ardía, Dios envió a Moisés para que fuera gobernante y salvador.36Y, por medio de muchas maravillas y señales milagrosas, él los sacó de Egipto, los guió a través del mar Rojo y por el desierto durante cuarenta años.
37»Moisés mismo le dijo al pueblo de Israel: “Dios les levantará un Profeta como yo de entre su propio pueblo”.38Moisés estuvo con nuestros antepasados —la asamblea del pueblo de Dios en el desierto— cuando el ángel le habló en el monte Sinaí, y allí Moisés recibió palabras que dan vida para transmitirlas a nosotros.
39»Sin embargo, nuestros antepasados se negaron a escuchar a Moisés. Lo rechazaron y quisieron volver a Egipto. 40Le dijeron a Aarón: “Haznos unos dioses que puedan guiarnos, porque no sabemos qué le ha pasado a este Moisés, quien nos sacó de Egipto”. 41De manera que hicieron un ídolo en forma de becerro, le ofrecieron sacrificios y festejaron ese objeto que habían hecho. 42Entonces Dios se apartó de ellos y los abandonó, ¡para que sirvieran a las estrellas del cielo como sus dioses! En el libro de los profetas está escrito:
“Israel, ¿acaso era a mí a quien traías sacrificios y ofrendas
durante esos cuarenta años en el desierto?
43No, tú llevaste a tus propios dioses paganos,
el santuario de Moloc,
la estrella de tu dios Refán
y las imágenes que hiciste a fin de rendirles culto.
Por eso te mandaré al destierro,
tan lejos como Babilonia”.
44»Nuestros antepasados llevaron el tabernáculo con ellos a través del desierto. Lo construyeron según el plan que Dios le había mostrado a Moisés. 45Años después, cuando Josué dirigió a nuestros antepasados en las batallas contra las naciones que Dios expulsó de esta tierra, el tabernáculo fue llevado con ellos al nuevo territorio. Y permaneció allí hasta los tiempos del rey David.
46»David obtuvo el favor de Dios y pidió tener el privilegio de construir un templo permanente para el Dios de Jacob. 47Aunque en realidad, fue Salomón quien lo construyó. 48Sin embargo, el Altísimo no vive en templos hechos por manos humanas. Como dice el profeta:
49“El cielo es mi trono
y la tierra es el estrado de mis pies.
¿Podrían acaso construirme un templo tan bueno como ese?
—pregunta el Señor—.
¿Podrían construirme un lugar de descanso así?
50¿Acaso no fueron mis manos las que hicieron el cielo y la tierra?”.
51»¡Pueblo terco! Ustedes son paganos de corazón y sordos a la verdad. ¿Se resistirán para siempre al Espíritu Santo? Eso es lo que hicieron sus antepasados, ¡y ustedes también!52¡Mencionen a un profeta a quien sus antepasados no hayan perseguido! Hasta mataron a los que predijeron la venida del Justo, el Mesías a quien ustedes traicionaron y asesinaron. 53Deliberadamente desobedecieron la ley de Dios, a pesar de que la recibieron de manos de ángeles.
54Los líderes judíos se enfurecieron por la acusación de Esteban y con rabia le mostraban los puños;55pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo, y vio la gloria de Dios y vio a Jesús de pie en el lugar de honor, a la derecha de Dios. 56Y les dijo: «¡Miren, veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre de pie en el lugar de honor, a la derecha de Dios!».
57Entonces ellos se taparon los oídos con las manos y empezaron a gritar. Se lanzaron sobre él, 58lo arrastraron fuera de la ciudad y comenzaron a apedrearlo. Sus acusadores se quitaron las túnicas y las pusieron a los pies de un joven que se llamaba Saulo.
59Mientras lo apedreaban, Esteban oró: «Señor Jesús, recibe mi espíritu».60Cayó de rodillas gritando: «¡Señor, no los culpes por este pecado!». Dicho eso, murió.

 

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Salmo 128

Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén.

1¡Qué feliz es el que teme al Señor,
todo el que sigue sus caminos!
2Gozarás del fruto de tu trabajo;
¡qué feliz y próspero serás!
3Tu esposa será como una vid fructífera,
floreciente en el hogar.
Tus hijos serán como vigorosos retoños de olivo
alrededor de tu mesa.
4Esa es la bendición del Señor
para los que le temen.
5Que el Señor te bendiga continuamente desde Sión;
que veas prosperar a Jerusalén durante toda tu vida.
6Que vivas para disfrutar de tus nietos.
¡Que Israel tenga paz!

 

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