Deuteronomio
32:28-52
28 »Pero Israel es una nación insensata;
su
gente es necia, sin entendimiento.
29 ¡Ay, si fueran sabios y entendieran estas cosas!
¡Ay,
si supieran lo que les espera!
30 ¿Cómo podría una persona perseguir a mil de ellos
y
dos personas hacer huir a diez mil,
a menos que la
Roca de ellos los hubiera vendido,
a
menos que el Señor se
los hubiera entregado?
31 Pero la roca de nuestros enemigos no es como nuestra Roca,
hasta
ellos mismos se dan cuenta de eso.
32 Su vid crece de la vid de Sodoma,
de
los viñedos de Gomorra.
Sus uvas son
veneno,
y
sus racimos son amargos.
33 Su vino es veneno de serpientes,
veneno
mortal de cobras.
34 »El Señor dice:
“¿Acaso no estoy sellando todas esas cosas
y
almacenándolas en mi cofre?
35 Yo tomaré venganza; yo les pagaré lo que se merecen.
A su
debido tiempo, sus pies resbalarán.
Les llegará el
día de la calamidad,
y su
destino los alcanzará”.
36 »Sin duda, el Señor hará
justicia a su pueblo
y
cambiará de parecer acerca de sus
siervos,
cuando vea que
ya no tienen fuerzas
y no
queda nadie allí, ni siervo ni libre.
37 Y luego preguntará: “¿Dónde están sus dioses,
esas
rocas a las que acudieron para refugiarse?
38 ¿Dónde están ahora los dioses
que
comían la gordura de sus sacrificios
y
bebían el vino de sus ofrendas?
¡Que se
levanten esos dioses y los ayuden!
¡Que
ellos les den refugio!
39 ¡Miren ahora, yo mismo soy Dios!
¡No
hay otro dios aparte de mí!
Yo soy el que
mata y el que da vida,
soy
el que hiere y el que sana.
¡Nadie
puede ser librado de mi mano poderosa!
40 Ahora levanto mi mano al cielo
y
declaro: ‘Tan cierto como que yo vivo,
41 cuando afile mi espada reluciente
y
comience a hacer justicia,
me vengaré de
mis enemigos
y
daré su merecido a los que me rechazan.
42 Haré que mis flechas se emborrachen de sangre,
y mi
espada devorará carne:
la sangre de
los masacrados y cautivos,
y
las cabezas de los jefes enemigos’”.
43 »Alégrense con él, oh cielos,
y
que lo adoren todos los ángeles de Dios.
Alégrense con
su pueblo, oh naciones,
y
que todos los ángeles se fortalezcan en él.
Pues él vengará
la sangre de sus siervos,
cobrará
venganza de sus enemigos.
Dará su
merecido a los que lo odian
y
limpiará la tierra para su pueblo».
44 Entonces Moisés fue con Josué, hijo
de Nun, y recitó todas las palabras de ese canto al pueblo.
45 Cuando Moisés terminó de recitar todas esas palabras al pueblo de
Israel, 46 agregó:
«Toma en serio cada una de las advertencias que te hice hoy. Transmítelas
como una orden a tus hijos, para que obedezcan cada palabra de esas
instrucciones. 47 No
son palabras vacías; ¡son tu vida! Si las obedeces, disfrutarás de muchos
años en la tierra que poseerás al cruzar el río Jordán».
Anuncio de la muerte de
Moisés
48 Ese mismo día, el Señor le
dijo a Moisés: 49 «Ve
a Moab, a las montañas que están al oriente del río, y
sube el monte Nebo, que está frente a Jericó. Contempla la tierra de Canaán,
la tierra que le doy al pueblo de Israel como su preciada posesión. 50 Entonces
morirás allí, en la montaña. Te reunirás con tus antepasados tal como tu
hermano Aarón, quien murió en el monte Hor y se reunió con sus antepasados. 51 Pues
los dos me traicionaron ante los israelitas en las aguas de Meriba, en Cades, en
el desierto de Zin. Allí ustedes no le demostraron mi santidad al pueblo de
Israel. 52 Así
que verás la tierra desde lejos, pero no podrás entrar en la tierra que le
doy al pueblo de Israel».
Lucas 12:35-59
35 »Estén vestidos, listos para servir y mantengan
las lámparas encendidas, 36 como
si esperaran el regreso de su amo de la fiesta de bodas. Entonces estarán
listos para abrirle la puerta y dejarlo entrar en el momento que llegue y
llame. 37 Los
siervos que estén listos y a la espera de su regreso serán recompensados.
Les digo la verdad, él mismo les indicará dónde sentarse, se pondrá el
delantal y les servirá mientras están a la mesa y comen. 38 Puede
ser que llegue en la mitad de la noche o durante la madrugada, pero
cualquiera que sea la hora que llegue, recompensará a los siervos que estén
preparados.
39 »Entiendan lo siguiente: si el dueño de una casa
supiera exactamente a qué hora viene un ladrón, no dejaría que asaltara su
casa. 40 Ustedes
también deben estar preparados todo el tiempo, porque el Hijo del Hombre
vendrá cuando menos lo esperen.
41 Pedro preguntó:
—Señor, ¿esa ilustración es sólo para nosotros
o es para todos?
42 Y el Señor respondió:
—Un siervo fiel y sensato es
aquel a quien el amo puede darle la responsabilidad de dirigir a los demás
siervos y alimentarlos. 43 Si
el amo regresa y encuentra que el siervo ha hecho un buen trabajo, habrá una
recompensa.44 Les
digo la verdad, el amo pondrá a ese siervo a cargo de todo lo que posee. 45 ¿Pero
qué tal si el siervo piensa: “Mi amo no regresará por un tiempo” y comienza
a golpear a los otros siervos, a parrandear y a emborracharse? 46 El
amo regresará inesperadamente y sin previo aviso, cortará al siervo en
pedazos y lo expulsará junto con los infieles.
47 »Un siervo que sabe lo que su amo quiere, pero no
se prepara ni cumple las instrucciones, será severamente castigado. 48 Pero
alguien que no lo sabe y hace algo malo, será castigado levemente. Alguien a
quien se le ha dado mucho, mucho se le pedirá a cambio; y alguien a quien se
le ha confiado mucho, aún más se le exigirá.
Jesús causa división
49 »Yo he venido para encender con fuego el mundo,
¡y quisiera que ya estuviera en llamas! 50 Me
espera un terrible bautismo de sufrimiento, y estoy bajo una carga pesada
hasta que se lleve a cabo. 51 ¿Piensan
que vine a traer paz a la tierra? No, ¡vine a causar división entre las
personas! 52 De
ahora en adelante, las familias estarán divididas, tres a mi favor y dos en
mi contra, o dos a favor y tres en contra.
53 “Habrá divisiones, el padre estará contra el
hijo
y
el hijo contra el padre;
la madre contra la hija
y
la hija contra la madre;
la suegra contra la nuera,
y
la nuera contra la suegra”.
54 Entonces Jesús se dirigió a la multitud y dijo: «Cuando
ustedes ven que se forman nubes en el occidente, dicen: “Viene la lluvia”. Y
tienen razón. 55 Cuando
sopla viento del sur, dicen: “Hoy será un día de mucho calor”. Y así sucede. 56 ¡Necios!
Saben interpretar las señales del clima en la tierra y en los cielos, pero
no saben interpretar los tiempos presentes.
57 »¿Por qué no pueden decidir por ustedes mismos lo
que es correcto? 58 Cuando
vayan camino al juicio con el que los acusa, traten de resolver el asunto
antes de llegar. De no ser así, su acusador podría arrastrarlos ante el
juez, quien los entregará a un oficial, que los meterá en la cárcel. 59 Y,
si eso sucede, no los pondrán en libertad hasta que hayan pagado el último
centavo»