|
Una vez se contó una historia de una pareja que había ganado un
viaje gratis en un crucero. Ellos subieron al barco pero nunca
aparecieron en el comedor junto a los otros a disfrutar de las
magníficas comidas que allí se servían. En su lugar, comían en su
habitación, racionando queso y galletas que ellos mismos habían
traído.
Alguien les preguntó por qué no habían ido a las fiestas suntuosas
que se prepararon para ellos todos los días. ¡El hombre y su esposa
estaban completamente sorprendidos al enterarse que las comidas
estaban incluídas en el precio del pasaje y por lo tanto en su
premio!
¿Cuántos cristianos están viviendo a "queso y galletas" espirituales
cuando podrían estar disfrutando de "carne y helado"? Simplemente no
tienen el conocimiento de lo que les pertenece en Cristo. Sin
embargo, Dios se deleita en ver a sus hijos adquiriendo el
conocimiento de su herencia y luego caminando en esa luz. Juan dijo:
"¡Qué contento me puse al encontrarme con algunos de tus hijos y ver
que viven de acuerdo con la verdad, tal como el Padre lo ordenó!" (2
Juan 1:4).
La otra cara, por desgracia, está representada por aquellos que
rechazan el conocimiento, tal como se describe en Oseas 4:6. Se les
ha enseñado la verdad y la han rechazado por incredulidad o
mediocridad. Su falta de conocimiento de Dios y sus caminos los
destruye.
Bajemos al comedor. ¡La mesa del banquete está servida!
339 días pasaron. ¡Quedan solo 26!
|