La historia está repleta de historias de la subida y la caída de los perseguidores de la Iglesia, pero el peor perseguidor de todos los tiempos podría llegar en nuestra generación. Podemos o no estar cerca cuando el Anticristo llegue a escena, pero el "espíritu del Anticristo" (1 Juan 4:3) ha estado trabajando desde hace miles de años. Es un espíritu engañoso, que trata de negar que Jesús es el Cristo negando así al Padre y al Hijo (2:22).

Daniel recibió la mayor revelación del Antiguo Testamento del Anticristo. Él previó el pacto que el Anticristo hará con el pueblo judío en el período de siete años conocido como la "tribulación". El Anticristo de repente hará un giro hacia la nación judía y "colocará un objeto sacrílego que causa profanación" (Daniel 9:27). Será una imagen del Anticristo mismo en medio de la reconstrucción del templo de los Judíos.

No estamos engañados, sin embargo, porque tenemos la verdad del Espíritu Santo que vive en nosotros (1 Juan 2:20). No temamos ni el Anticristo literal ni el espíritu del Anticristo.

¡El Más Grande está viviendo dentro de nosotros!

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