Compartir

Devocional 26/05
Lectura del día
 

 

En 1 Juan 2:16, podemos ver un ejemplo de las tres raíces principales de pecado que tientan a todos los hombres: "...un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos, y el orgullo de nuestros logros y posesiones;..."

El pecado comienza mayormente con los ojos, al igual que el primer pecado entró en el mundo cuando Eva vio el fruto. Génesis 3:6 dice: "Vio que el árbol era hermoso y su fruto parecía delicioso,..." Los ojos de David le llevaron a la lujuria, comenzando un ciclo de violencia y anarquía en su reino. Sus ojos lujuriosos trajeron a luz el pecado, y eso le costó muchos años y muchos dolores de cabeza para librarse de ese pecado. David finalmente dijo: "Me negaré a mirar cualquier cosa vil o vulgar." (Salmo 101:3). Job, también, se hizo eco de este pensamiento cuando dijo: "Hice un pacto con mis ojos no mirar con lujuria a una mujer joven" (Job 31:1).

Una vida de pecado viene con una etiqueta de precio alto. Una línea de un famoso sermón lo transmite muy bien: "El pecado te llevará más lejos de lo que querés ir, te mantendrá más tiempo del que deseás permanecer y te costará más de lo que deseás pagar."

Sé implacable contra los pensamientos lujuriosos e imaginaciones. Podés pensar que el placer es grande, pero la consecuencia sólo va a traerte dolores de cabeza.

 

145 días pasaron... Quedan 220

 

Compartir

 

Iglesia Cristiana Centro de Restauración · ICCR · Florencio Varela · Argentina · +54 (011) 4287 4106 · contacto@iglesiarestauracion.com.ar