El poder sobre el enemigo es un marca de la bendición de Dios sobre
la vida de una persona. Por el contrario, Jesús dijo que un hombre
que no tenía la presencia de Dios en su vida sería atacado por otros
siete espíritus peores que el primer espíritu (Lucas 11:26). En
ausencia de ella, los demonios se apresuran "para robar, matar y
destruir" (Juan 10:10).
En todos los ámbitos de la vida económica,
física, mental y civil, estos demonios hacen de las suyas y causan
estragos a sus anchas.
¡Sin Presencia... sin protección!
Sin la bendición de Dios, Israel
podría esperar déficits continuos, enfermedades, plagas, depresión,
ansiedad y familias rotas. Sin embargo, con la bendición de Dios,
ningún enemigo podría afectar a Israel y la miseria no podría
acercarse al pueblo de Dios.
Porque somos los bendecidos, marchemos triunfalmente contra nuestros
enemigos y veámoslos huir. "Cuando el mar Rojo te vio, oh Dios, sus
aguas miraron y temblaron;
el mar se estremeció hasta las profundidades." (Salmo 77:16). Los
demonios siempre tiemblan cuando Dios comienza a marchar! En siete
direcciones huyen despavoridos; por lo tanto, "resistid al diablo, y
huirá de vosotros" (Santiago 4:7).
94 días pasaron. Todavía 271 por delante para fortalecerte ante el
enemigo!
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