|
El pobre Jacob pensó que el engaño a su padre había pasado
desapercibido. Se olvidó de que Dios estaba observando todo y a
todos, ¡incluido él! Alguien dijo: "Te puede llegar a funcionar,
pero no a escapar!" Jacob no imaginaba que Dios lo disciplinaría
preparando a alguien aún más tramposo que entraría a formar parte de
su vida. "Hijo mío, no rechaces la disciplina del Señor ni te enojes
cuando te corrige. Pues el Señor corrige a los que ama,..."
(Proverbios 3:11-12).
Durante siete largos años Jacob sirvió a Labán por su hija Raquel.
Luego, en la noche de bodas, Labán lo engañó casándolo con Lea. Es
interesante que Jacob engañó a su padre en una tienda de campaña, y
más tarde ¡él mismo fue engañado en una tienda de campaña! Dios te
disciplina con el proceso exacto que utilizó en otra persona. Dios
amaba a Jacob y sabía que hasta que conociera a un engañador
superior, seguiría engañando, engañando y suplantando por el resto
de su vida.
No desprecies la obra del Señor en tu vida. Él te ama, y su
disciplina producirá "la apacible cosecha de una vida recta"
(Hebreos 12:11).
12 días pasaron... restan 353 para cumplir el propósito de Dios
en tu vida.
|