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20 de Noviembre
 

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Ezequiel 40:28-49

Puertas del atrio interior
28Luego el hombre me llevó a la puerta sur que conducía al atrio interior. La midió y tenía las mismas medidas que las demás puertas. 29Los cuartos de vigilancia, las paredes divisorias y la antesala eran del mismo tamaño que en las otras. También tenía ventanas en las paredes y en la antesala. Y como las demás, el pasillo de la entrada tenía veintiséis metros con cincuenta centímetros de largo y trece metros con treinta centímetros de ancho. 30(Las antesalas de las entradas que conducían al atrio interior medían cuatro metros con veinte centímetros de ancho y trece metros con treinta centímetros de largo).31La antesala de la puerta sur daba al atrio exterior. Tenía decoraciones de palmeras en sus columnas y había ocho escalones que conducían a la entrada.
32Luego el hombre me llevó a la puerta oriental que conducía al atrio interior. La midió y tenía las mismas medidas que las demás puertas. 33Los cuartos de vigilancia, las paredes divisorias y la antesala eran del mismo tamaño que en las otras. También había ventanas en las paredes y en la antesala. El pasillo de la entrada medía veintiséis metros con cincuenta centímetros de largo y trece metros con treinta centímetros de ancho. 34La antesala daba al atrio exterior. Tenía decoraciones de palmeras en sus columnas y había ocho escalones que conducían a la entrada.
35Luego me llevó a la puerta norte que conducía al atrio interior. La midió y tenía las mismas medidas que las demás puertas. 36Los cuartos de vigilancia, las paredes divisorias y la antesala de esta entrada medían lo mismo que en las otras y tenían la misma disposición de ventanas. El pasillo de la entrada medía veintiséis metros con cincuenta centímetros de largo y trece metros con treinta centímetros de ancho. 37La antesala daba al atrio exterior y tenía decoraciones de palmeras en las columnas; también había ocho escalones que conducían a la entrada.
Habitaciones para preparar los sacrificios
38En la antesala de una de las entradas interiores, había una puerta que conducía a una habitación lateral donde se lavaba la carne para los sacrificios. 39A cada lado de esta antesala había dos mesas, en las cuales se mataban los animales sacrificiales para las ofrendas quemadas, las ofrendas por el pecado y las ofrendas por la culpa. 40Afuera de la antesala, a cada lado de la escalera que subía hacia la puerta norte, había dos mesas más. 41De modo que había en total ocho mesas —cuatro adentro y cuatro afuera— donde se cortaban y preparaban los sacrificios. 42También había cuatro mesas de piedra labrada, que se usaban para preparar las ofrendas quemadas; cada una formaba un cuadrado de ochenta centímetros de lado y cincuenta y tres centímetros de alto.Sobre esas mesas se colocaban los cuchillos y demás utensilios para matar a los animales del sacrificio. 43Había ganchos de ocho centímetros de largo, sujetados a las paredes del vestíbulo, y la carne para los sacrificios se colocaba sobre las mesas.
Habitaciones para los sacerdotes
44Dentro del atrio interior había dos habitaciones, una ubicada junto a la entrada norte, que daba al sur, y la otra ubicada junto a la entrada sur, que daba al norte. 45Entonces el hombre me dijo: «La habitación que está junto a la entrada interior del lado norte es para los sacerdotes que supervisan el mantenimiento del templo. 46La habitación junto a la entrada interior del lado sur es para los sacerdotes encargados del altar —los descendientes de Sadoc—, pues ellos son los únicos levitas que pueden acercarse al Señor para servirle».
El atrio interior y el templo
47Luego el hombre midió el atrio interior y era un cuadrado de cincuenta y tres metros de ancho por cincuenta y tres metros de largo. El altar estaba ubicado en el atrio, delante del templo. 48Después me llevó a la antesala del templo. Midió los muros a cada lado de la abertura de entrada a la antesala y tenían dos metros con setenta centímetros de espesor. La entrada misma medía siete metros con cuarenta centímetros de ancho y los muros a cada lado de la entrada tenían un metro con sesenta centímetros más de largo. 49La antesala tenía diez metros con sesenta centímetros de ancho y siete metros con cuarenta centímetros de fondo. Había diez escalones que conducían a la antesala y una columna a cada lado de la entrada.

 

Ezequiel 41

 

1Después el hombre me llevó al santuario del templo. Midió el espesor de los muros a cada lado del portal y era de tres metros con veinte centímetros. 2El portal medía cinco metros con treinta centímetros de ancho y los muros a cada lado tenían una longitud de dos metros con setenta centímetros. El santuario en sí era de veintiún metros con veinte centímetros de largo y diez metros con sesenta centímetros de ancho.
3Luego él pasó del santuario a la sala interior. Midió los muros a cada lado de la entrada y tenían un espesor de un metro con diez centímetros. La entrada medía tres metros con veinte centímetros de ancho y los muros a cada lado de la entrada tenían una longitud de tres metros con setenta centímetros. 4La sala interior del santuario medía diez metros con sesenta centímetros de largo y diez metros con sesenta centímetros de ancho. El hombre me dijo: «Este es el Lugar Santísimo».
5Luego midió el muro del templo y tenía un espesor de tres metros con veinte centímetros. Había una hilera de habitaciones a lo largo del muro exterior; cada habitación medía dos metros con diez centímetros de ancho. 6Esas habitaciones laterales estaban construidas en tres pisos, uno encima del otro, y había treinta habitaciones en cada piso. Las vigas de esas habitaciones laterales se apoyaban sobre cornisas exteriores que sobresalían del muro del templo; no estaban empotradas en el muro. 7El muro del templo era más estrecho a medida que aumentaba su altura y por eso cada piso era más ancho que el de abajo. Una escalera subía desde el piso de abajo por el piso intermedio hacia el piso de arriba.
8Vi que el templo estaba construido sobre una plataforma elevada, la cual servía de base para las habitaciones laterales. La plataforma tenía una altura de tres metros con veinte centímetros. 9La pared exterior de las habitaciones laterales del templo tenía un espesor de dos metros con setenta centímetros, lo cual dejaba un espacio libre entre las habitaciones laterales 10y la hilera de habitaciones a lo largo del muro exterior del atrio interior. Ese espacio libre tenía diez metros con sesenta centímetros de ancho y rodeaba todo el templo. 11De las habitaciones laterales salían dos puertas al atrio del terraplén, que tenía dos metros con setenta centímetros de ancho. Una puerta daba al norte y la otra daba al sur.
12Por el occidente había un gran edificio, cuyo frente daba al atrio del templo. De ancho medía treinta y siete metros con diez centímetros, de largo cuarenta y siete metros con setenta centímetros; sus muros tenían dos metros con setenta centímetros de espesor.13Luego el hombre midió la longitud del templo y era de cincuenta y tres metros. El atrio que rodeaba el edificio con los muros incluidos, tenía de largo cincuenta y tres metros más.14El atrio interior al oriente del templo también tenía cincuenta y tres metros de ancho. 15El edificio al occidente, con sus dos muros incluidos, también tenía cincuenta y tres metros de ancho.
El santuario, la sala interior y la antesala del templo 16tenían un revestimiento de madera, al igual que los marcos de las ventanas empotradas. Los muros interiores del templo estaban revestidos con madera por encima y por debajo de las ventanas.17También estaban revestidos de madera el espacio sobre la puerta que daba a la habitación interior y sus paredes, por dentro y por fuera.18Todas las paredes estaban decoradas con querubines tallados, cada uno con dos caras, y había una palmera tallada entre cada querubín.19Una cara —que era de hombre— miraba hacia la palmera de un lado; la otra cara —de un león joven— miraba hacia la palmera del otro lado. Las figuras estaban talladas por todo el interior del templo, 20desde el piso hasta la parte superior de las paredes, incluido el muro exterior del santuario.
21En la entrada al santuario había columnas cuadradas y eran similares a las que había en la entrada del Lugar Santísimo. 22Había también un altar de madera, que medía un metro con sesenta centímetros de alto y un metro con diez centímetros de ancho. Las esquinas, la base y los costados del altar estaban hechos de madera. El hombre me dijo: «Esta es la mesa que está delante de la presencia del Señor».
23Tanto el santuario como el Lugar Santísimo tenían doble entrada24y cada entrada consistía de dos puertas giratorias. 25Las puertas que conducían al santuario estaban decoradas con querubines tallados y palmeras talladas, como las de los muros. Había un techo de madera frente a la antesala del templo. 26A ambos lados de la antesala había ventanas empotradas, decoradas con palmeras talladas. Las habitaciones laterales a lo largo del muro exterior también tenían techos.

 

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Santiago 4

Acercarse más a Dios
1¿Qué es lo que causa las disputas y las peleas entre ustedes? ¿Acaso no surgen de los malos deseos que combaten en su interior?2Desean lo que no tienen, entonces traman y hasta matan para conseguirlo. Envidian lo que otros tienen, pero no pueden obtenerlo, por eso luchan y les hacen la guerra para quitárselo. Sin embargo, no tienen lo que desean porque no se lo piden a Dios. 3Aun cuando se lo piden, tampoco lo reciben porque lo piden con malas intenciones: desean solamente lo que les dará placer.
4¡Adúlteros! ¿No se dan cuenta de que la amistad con el mundo los convierte en enemigos de Dios? Lo repito: si alguien quiere ser amigo del mundo, se hace enemigo de Dios. 5¿Qué creen ustedes que quieren decir las Escrituras cuando afirman que el espíritu que Dios ha puesto dentro de nosotros está lleno de envidia? 6Sin embargo, él nos da aún más gracia, para que hagamos frente a esos malos deseos. Como dicen las Escrituras:
«Dios se opone a los orgullosos
pero muestra su favor a los humildes».
7Así que humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. 8Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen su corazón, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo. 9Derramen lágrimas por lo que han hecho. Que haya lamento y profundo dolor. Que haya llanto en lugar de risa y tristeza en lugar de alegría. 10Humíllense delante del Señor, y él los levantará con honor.
No juzgar a los demás
11Amados hermanos, no hablen mal los unos de los otros. Si se critican y se juzgan entre ustedes, entonces critican y juzgan la ley de Dios. En cambio, les corresponde obedecer la ley, no hacer la función de jueces. 12Solo Dios, quien ha dado la ley, es el Juez. Solamente él tiene el poder para salvar o destruir. Entonces, ¿qué derecho tienes tú para juzgar a tu prójimo?
Advertencia para los que confían en sí mismos
13Presten atención, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y nos quedaremos un año. Haremos negocios allí y ganaremos dinero». 14¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana? La vida de ustedes es como la neblina del amanecer: aparece un rato y luego se esfuma. 15Lo que deberían decir es: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello». 16De lo contrario, están haciendo alarde de sus propios planes, y semejante jactancia es maligna.
17Recuerden que es pecado saber lo que se debe hacer y luego no hacerlo.
 

 

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Proverbios 13:9-11

9 La vida del justo está llena de luz y de alegría,
pero la luz del pecador se apagará.

10 El orgullo lleva a conflictos;
los que siguen el consejo son sabios.

11 La riqueza lograda de la noche a la mañana pronto desaparece;
pero la que es fruto del arduo trabajo aumenta con el tiempo.

 

 

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