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Ezequiel
40:28-49
Puertas del atrio interior
28Luego
el hombre me llevó a la puerta sur que conducía al atrio
interior. La midió y tenía las mismas medidas que las demás
puertas. 29Los
cuartos de vigilancia, las paredes divisorias y la antesala
eran del mismo tamaño que en las otras. También tenía
ventanas en las paredes y en la antesala. Y como las demás,
el pasillo de la entrada tenía veintiséis metros con
cincuenta centímetros de largo y trece metros con treinta
centímetros de ancho. 30(Las
antesalas de las entradas que conducían al atrio interior
medían cuatro metros con veinte centímetros de
ancho y trece metros con treinta centímetros de largo).31La
antesala de la puerta sur daba al atrio exterior. Tenía
decoraciones de palmeras en sus columnas y había ocho
escalones que conducían a la entrada.
32Luego
el hombre me llevó a la puerta oriental que conducía al
atrio interior. La midió y tenía las mismas medidas que las
demás puertas. 33Los
cuartos de vigilancia, las paredes divisorias y la antesala
eran del mismo tamaño que en las otras. También había
ventanas en las paredes y en la antesala. El pasillo de la
entrada medía veintiséis metros con cincuenta centímetros de
largo y trece metros con treinta centímetros de ancho. 34La
antesala daba al atrio exterior. Tenía decoraciones de
palmeras en sus columnas y había ocho escalones que
conducían a la entrada.
35Luego
me llevó a la puerta norte que conducía al atrio interior.
La midió y tenía las mismas medidas que las demás puertas. 36Los
cuartos de vigilancia, las paredes divisorias y la antesala
de esta entrada medían lo mismo que en las otras y tenían la
misma disposición de ventanas. El pasillo de la entrada
medía veintiséis metros con cincuenta centímetros de largo y
trece metros con treinta centímetros de ancho. 37La
antesala daba al atrio exterior y tenía decoraciones de
palmeras en las columnas; también había ocho escalones que
conducían a la entrada.
Habitaciones para preparar los sacrificios
38En
la antesala de una de las entradas interiores, había una
puerta que conducía a una habitación lateral donde se lavaba
la carne para los sacrificios. 39A
cada lado de esta antesala había dos mesas, en las cuales se
mataban los animales sacrificiales para las ofrendas
quemadas, las ofrendas por el pecado y las ofrendas por la
culpa. 40Afuera
de la antesala, a cada lado de la escalera que subía hacia
la puerta norte, había dos mesas más. 41De
modo que había en total ocho mesas —cuatro adentro y cuatro
afuera— donde se cortaban y preparaban los sacrificios. 42También
había cuatro mesas de piedra labrada, que se usaban para
preparar las ofrendas quemadas; cada una formaba un cuadrado
de ochenta centímetros de lado y cincuenta y tres
centímetros de alto.Sobre
esas mesas se colocaban los cuchillos y demás utensilios
para matar a los animales del sacrificio. 43Había
ganchos de ocho centímetros de
largo, sujetados a las paredes del vestíbulo, y la carne
para los sacrificios se colocaba sobre las mesas.
Habitaciones para los sacerdotes
44Dentro
del atrio interior había dos habitaciones, una
ubicada junto a la entrada norte, que daba al sur, y la otra
ubicada junto a la entrada sur, que
daba al norte. 45Entonces
el hombre me dijo: «La habitación que está junto a la
entrada interior del lado norte es para los sacerdotes que
supervisan el mantenimiento del templo. 46La
habitación junto a la entrada interior del lado sur es para
los sacerdotes encargados del altar —los descendientes de
Sadoc—, pues ellos son los únicos levitas que pueden
acercarse al Señor para
servirle».
El atrio interior y el templo
47Luego
el hombre midió el atrio interior y era un cuadrado de
cincuenta y tres metros de ancho por cincuenta y tres metros
de largo. El altar estaba ubicado en el atrio, delante del
templo. 48Después
me llevó a la antesala del templo. Midió los muros a cada
lado de la abertura de entrada a la antesala y tenían dos
metros con setenta centímetros de espesor. La entrada misma
medía siete metros con cuarenta centímetros de ancho y los
muros a cada lado de la entrada tenían un metro con sesenta
centímetros más
de largo. 49La
antesala tenía diez metros con sesenta centímetros de
ancho y siete metros con cuarenta centímetros de
fondo. Había diez escalones que conducían a la antesala y
una columna a cada lado de la entrada.
Ezequiel 41
1Después
el hombre me llevó al santuario del templo. Midió el espesor
de los muros a cada lado del portal y era de tres metros con
veinte centímetros. 2El
portal medía cinco metros con treinta centímetros de
ancho y los muros a cada lado tenían una longitud de dos
metros con setenta centímetros. El
santuario en sí era de veintiún metros con veinte
centímetros de largo y diez metros con sesenta centímetros
de ancho.
3Luego
él pasó del santuario a la sala interior. Midió los muros a
cada lado de la entrada y tenían un espesor de un metro con
diez centímetros. La
entrada medía tres metros con veinte centímetros de ancho y
los muros a cada lado de la entrada tenían una longitud de
tres metros con setenta centímetros. 4La
sala interior del santuario medía diez metros con sesenta
centímetros de
largo y diez metros con sesenta centímetros de ancho. El
hombre me dijo: «Este es el Lugar Santísimo».
5Luego
midió el muro del templo y tenía un espesor de tres metros
con veinte centímetros. Había una hilera de habitaciones a
lo largo del muro exterior; cada habitación medía dos metros
con diez centímetros de
ancho. 6Esas
habitaciones laterales estaban construidas en tres pisos,
uno encima del otro, y había treinta habitaciones en cada
piso. Las vigas de esas habitaciones laterales se apoyaban
sobre cornisas exteriores que sobresalían del muro del
templo; no estaban empotradas en el muro. 7El
muro del templo era más estrecho a medida que aumentaba su
altura y por eso cada piso era más ancho que el de abajo.
Una escalera subía desde el piso de abajo por el piso
intermedio hacia el piso de arriba.
8Vi
que el templo estaba construido sobre una plataforma
elevada, la cual servía de base para las habitaciones
laterales. La plataforma tenía una altura de tres metros con
veinte centímetros. 9La
pared exterior de las habitaciones laterales del templo
tenía un espesor de dos metros con setenta centímetros, lo
cual dejaba un espacio libre entre las habitaciones
laterales 10y
la hilera de habitaciones a lo largo del muro exterior del
atrio interior. Ese espacio libre tenía diez metros con
sesenta centímetros de ancho y rodeaba todo el templo. 11De
las habitaciones laterales salían dos puertas al atrio del
terraplén, que tenía dos metros con setenta centímetros de
ancho. Una puerta daba al norte y la otra daba al sur.
12Por
el occidente había un gran edificio, cuyo frente daba al
atrio del templo. De ancho medía treinta y siete metros con
diez centímetros, de largo cuarenta y siete metros con
setenta centímetros; sus muros tenían dos metros con setenta
centímetros de
espesor.13Luego
el hombre midió la longitud del templo y era de cincuenta y
tres metros. El
atrio que rodeaba el edificio con los muros incluidos, tenía
de largo cincuenta y tres metros más.14El
atrio interior al oriente del templo también tenía cincuenta
y tres metros de ancho. 15El
edificio al occidente, con sus dos muros incluidos, también
tenía cincuenta y tres metros de ancho.
El santuario, la sala interior y la antesala del templo 16tenían
un revestimiento de madera, al igual que los marcos de las
ventanas empotradas. Los muros interiores del templo estaban
revestidos con madera por encima y por debajo de las
ventanas.17También
estaban revestidos de madera el espacio sobre la puerta que
daba a la habitación interior y sus paredes, por dentro y
por fuera.18Todas
las paredes estaban decoradas con querubines tallados, cada
uno con dos caras, y había una palmera tallada entre cada
querubín.19Una
cara —que era de hombre— miraba hacia la palmera de un lado;
la otra cara —de un león joven— miraba hacia la palmera del
otro lado. Las figuras estaban talladas por todo el interior
del templo, 20desde
el piso hasta la parte superior de las paredes, incluido el
muro exterior del santuario.
21En
la entrada al santuario había columnas cuadradas y eran
similares a las que había en la entrada del Lugar Santísimo. 22Había
también un altar de madera, que medía un metro con sesenta
centímetros de alto y un metro con diez centímetros de
ancho. Las
esquinas, la base y los costados del altar estaban hechos de
madera. El hombre me dijo: «Esta es la mesa que está delante
de la presencia del Señor».
23Tanto
el santuario como el Lugar Santísimo tenían doble entrada24y
cada entrada consistía de dos puertas giratorias. 25Las
puertas que conducían al santuario estaban decoradas con
querubines tallados y palmeras talladas, como las de los
muros. Había un techo de madera frente a la antesala del
templo. 26A
ambos lados de la antesala había ventanas empotradas,
decoradas con palmeras talladas. Las habitaciones laterales
a lo largo del muro exterior también tenían techos.
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Santiago 4
Acercarse más a Dios
1¿Qué
es lo que causa las disputas y las peleas entre ustedes? ¿Acaso
no surgen de los malos deseos que combaten en su interior?2Desean
lo que no tienen, entonces traman y hasta matan para
conseguirlo. Envidian lo que otros tienen, pero no pueden
obtenerlo, por eso luchan y les hacen la guerra para quitárselo.
Sin embargo, no tienen lo que desean porque no se lo piden a
Dios. 3Aun
cuando se lo piden, tampoco lo reciben porque lo piden con malas
intenciones: desean solamente lo que les dará placer.
4¡Adúlteros! ¿No
se dan cuenta de que la amistad con el mundo los convierte en
enemigos de Dios? Lo repito: si alguien quiere ser amigo del
mundo, se hace enemigo de Dios. 5¿Qué
creen ustedes que quieren decir las Escrituras cuando afirman
que el espíritu que Dios ha puesto dentro de nosotros está lleno
de envidia? 6Sin
embargo, él nos da aún más gracia, para que hagamos frente a
esos malos deseos. Como dicen las Escrituras:
«Dios se opone a los orgullosos
pero muestra su favor a los humildes».
7Así
que humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá
de ustedes. 8Acérquense
a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos,
pecadores; purifiquen su corazón, porque su lealtad está
dividida entre Dios y el mundo. 9Derramen
lágrimas por lo que han hecho. Que haya lamento y profundo
dolor. Que haya llanto en lugar de risa y tristeza en lugar de
alegría. 10Humíllense
delante del Señor, y él los levantará con honor.
No juzgar a los demás
11Amados
hermanos, no hablen mal los unos de los otros. Si se critican y
se juzgan entre ustedes, entonces critican y juzgan la ley de
Dios. En cambio, les corresponde obedecer la ley, no hacer la
función de jueces. 12Solo
Dios, quien ha dado la ley, es el Juez. Solamente él tiene el
poder para salvar o destruir. Entonces, ¿qué derecho tienes tú
para juzgar a tu prójimo?
Advertencia para los que confían en sí mismos
13Presten
atención, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual
ciudad y nos quedaremos un año. Haremos negocios allí y
ganaremos dinero». 14¿Cómo
saben qué será de su vida el día de mañana? La vida de ustedes
es como la neblina del amanecer: aparece un rato y luego se
esfuma. 15Lo
que deberían decir es: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos
esto o aquello». 16De
lo contrario, están haciendo alarde de sus propios planes, y
semejante jactancia es maligna.
17Recuerden
que es pecado saber lo que se debe hacer y luego no hacerlo.

Proverbios 13:9-11
9 La vida del justo está llena de luz
y de alegría,
pero la luz del pecador se apagará.
10 El orgullo lleva a conflictos;
los que siguen el consejo son sabios.
11 La riqueza lograda de la noche a la
mañana pronto desaparece;
pero la que es fruto del arduo trabajo aumenta con el tiempo. |